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viernes, 4 de septiembre de 2009

Las ferias y la madre que las parió

Yo no me niego a respetar las fiestas de los pueblos. Es un hecho histórico. Cuando somos niños, nos lo pasamos bien. Cuando somos mayores también.

Pero como en todo, siempre hay algunos que lo pasan mejor y otros que lo pasan peor.

Porque digo yo... A ti, como a mí, te gustará ir a la feria del pueblo. Hacer el loco en los cacharros. Disparar un rato. Ver a los críos disfruta de lo lindo. Una vez has terminado, te vas a casa... y tan ricamente.

Imagina ahora, que tienes la feria metida en tu dormitorio. Como yo. Tengo la feria en el parque de enfrente. Mi ubicación es fantástica. En verano, tengo aire acondicionado gratis que baja de la montaña, pero los días de feria.

Hoy he llegado de UK. Muerto. Ha sido una semana dura. Además he estado enfermo. Se me ha juntado todo. Digamos que no he sido feliz siendo hombre (aludiendo a aquel anuncio). Tengo ganas de meterme en la cama. Dormir.

Pues tócate los cojones Mariloli. No voy a dormir. Tengo el chumba-chumba, los jamones, la bicicleta y la madre que parió a las tómbolas ahí metido todo el día.

Me tendré que resignar, dudo mucho que nadie me haga caso.

Mientras tanto, intentaré dormir.

Que vaya bonito,

àlex

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