Decisiones

En la vida hay que tomar decisiones. Siempre estamos decidiendo. Decidimos cuándo cruzar una calle. Decidimos cuando desayunar. Decidimos la ropa que nos ponemos por la mañana. Decidimos empezar a caminar cada día.

Decisiones sencillas.

Decisiones a veces no tan sencillas.

Decisiones que en algunas ocasiones sabemos que van a hacer daño a alguien, en mayor o menor medida... Decisiones que por un momento, sabes que van a hacer daño a lo más preciado en la vida: Un amigo.

Ya me conoces. Lo hemos comentado más de una vez. La amistad es uno de esos valores que tanto y tanto me ha preocupado, me preocupa y me preocupará. Por eso hoy me siento mal.

Estos días he tomado una decisión... y alguien ha salido perjudicado. Un amigo. Alguien que por un momento puede llegar a no entender el por qué. Alguien que puede sentir que le he traicionado. Alguien que puede estar convencido de que le he fallado.

La realidad es que ahora ya está.

Pero no hay que perder el lado bueno de las cosas. Alguien se ha alegrado de esta decisión y de las repercusiones que va a tener en su futuro, en nuestro futuro. Hay alguien que hoy se ha ido a dormir más feliz.

Cuando pienses en lo que ha ocurrido hoy, piensa en lo que dice esta canción, porque la vida es así...



Espero que todavía podamos sentarnos a charlar y tomar unas cervezas, yo siempre estaré ahí.

No sé si hoy voy a poder dormir, pero estoy seguro de que he sido honesto y leal...

Que te vaya muy bonito,
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This is Sarah

En lugares inhóspitos en los que puedes llegar a pensar que no vas a encontrar más que frío y desolación, aparecen sorpresas en forma de flor que en algunos momentos te hacen plantearte tu "racionalismo".

El Edelweiss (Leontopodium alpinum) crece, en España, en los pirineos, y es una de esas pequeñas maravillas que uno se encuentra en medio del frío y la nieve.

A veces, después de una inmersión en la que has tenido poca visibilidad y que por momentos no has disfrutado por, precisamente, no poder ver nada, aparece otra maravilla cuando, ascendiendo por el cabo de fondeo, te das cuenta de que, a pocos metros de la superficie, estás rodeado por un inmenso banco de peces que reflejan la luz del sol en millones de direcciones creando un ambiente por el cual ya ha valido la pena ese día.

Hace unas noches, en el tedio de la TV de este país, un anuncio me llamó la atención. No fue por su producto, ni por las personas que en el aparecían, era por una canción. Mejor aún, era por la versión de una canción: "You are the one that I want", de la película Grease.

Inicié una búsqueda por Internet hasta que di con una voz que me emocionó y arrancó una sonrisa en mi cara mientras la escuchaba.

La voz pertenece a Sarah Bridgewater, cantante y compositora de ese lugar en el que nació este blog. Ahora me he convertido en un seguidor, o como se dice en el argot, en un follower. Puedes visitarla en su página web.

De momento, comparto contigo uno de sus vídeos, precisamente el que hizo que topara con ella:



Pero si dispones de un ratito, conéctate a su canal, y escucha todas sus canciones (http://www.youtube.com/user/sarahbridgewater1/videos)

Que te vaya muy bonito,
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