Total de páginas vistas

martes, 29 de septiembre de 2009

Mi mayor adversario

En días como el de hoy, recuerdo a un profesor de gimnasia que tuve en mi época de BUP. Con una gran sonrisa dibujada en mi cara.

Mi colegio estaba en Badalona. En la ciudad. Íbamos a un gimnasio que había en Bufalá, a las afueras. En la montaña.

Allí íbamos un día a la semana dos horas seguidas. Entiendo que había que amortizar el tiempo que nos costaba llegar allí con el autocar.

Salíamos a correr fuera. Era lo primero que hacíamos siempre. Vamos, lo normal. Siempre corres antes de practicar cualquier otro deporte.

En un colegio del tipo al que iba yo, en el que la competitividad era una asignatura más que no estaba dentro del plan de estudios de forma explícita, era bastante chocante su sistema.

El primer día de cada evaluación, recuerdo que hacíamos un circuito. Nos cronometraba. Allí lo importante no era llegar el primero. Lo importante no era competir contra los demás. Lo importante no era ganar o perder. Era indiferente que llegaras en la zona media. Aquel profesor nos enseñó algo vital. Nos enseñó algo que creo que hoy me es muy útil cada día de mi vida.

Aquel profesor, alto, desaliñado, chulesco, que nos hacía levantarnos del mejor asiento del autocar para sentarse él, aquel profesor con más pinta de rockero que otra cosa. Aquel profesor que a veces nos acercaba a casa a un par porque vivíamos cerca y se le caía el mechero en el suelo de su 127 y se agachaba con toda tranquilidad a cogerlo, mientras nosotros nos moríamos de miedo... Aquel profesor me enseñó una de las cosas más importantes de mi vida.

Aquel profesor me enseño a competir contra mi mayor adversario. A partir de aquel primer crono, sencillamente tenías que mejorarlo en las ocho semanas que duraba la evaluación. A mejor porcentaje, mejor nota.

Aquel profesor me enseño a competir contra mí mismo.

Hoy, después de varias semanas en las que he estado a punto de tirar la toalla en varias ocasiones, por fin he visto la luz al final del túnel. Hoy he conseguido que todo aquello que no funcionaba, dé señales de que va a funcionar en breve. Hoy estoy contento. Me he "premiado" marchando a las nueve de la noche del trabajo.

El día ha empezado muy bien. Con sorpresa agradable. Hay días en los que uno ya no sabe que pensar de los demás. Hay días en que, cuando crees que todo vuelve a ir de mal en peor, alguien te sorprende... para bien. Es agradable.

El día también ha terminado bien. Sólo me faltan aquellos con los que me gustaría compartir un buen momento.

Que vaya bonito,

àlex Seguir leyendo...

lunes, 28 de septiembre de 2009

Vamos a empezar fuerte la semana

Me voy hacia el aeropuerto en aproximadamente una hora y media. Como cada lunes, voy a coger un avión que me lleve al areopuerto de Gatwick, en Londres.

Quiero empezar fuerte la semana. El weekend ha sido horrible. He estado malo y no me ha dado para nada. Pero ahora tampoco quiero que la semana que se me viene encima se me coma con patatas.

No me voy a dejar machacar. Creo que no lo suelo hacer, pero tengo claro que esta semana menos. Los próximos días pueden deparar novedades interesantes. Pueden marcar un principio, un final o un antes y un después. No lo sé. Ahora mismo no tengo ni idea. Pero voy a ir a por todas. Se van a enterar estos de cómo las gastamos los españoles.

Más o menos tengo claro que ya me han calado. Exactamente saben hasta dónde llego con mi "sentido del humor". Saben que si he de decir que no, pues lo hago y punto. Creo que incluso ya han aprendido a leer entre líneas cuando yo hablo.

Estoy convencido de que voy a acabar para el arrastre, pero quiero que el catorce de octubre lo podamos recordar por algo importante, por un regreso, por la vuelta a España, aunque sea todavía lejos de casa, pero a un paso menos.

Así que vamos a dejar de hablar tanto y vamos a empezar a meter caña. Vamos a zumbarles dónde toca. Vamos a dejarles claro que si ya les ganamos en fútbol y en baloncesto, ahora vamos a ganarles en el terreno intelectual.

El himno de esta semana: "A little less conversation" del Rey del Rock, Elvis.



Que vaya bonito,

àlex Seguir leyendo...

domingo, 27 de septiembre de 2009

Su primer partido de fútbol

El hecho de pasar tanto tiempo yendo y viniendo hace que, por supuesto, llegues a perderte cosas importantes en el día a día.

A veces son pequeños detalles, otras, no tan pequeños, pero cuando se trata de tus propios hijos, creo que todo son grandes, muy grandes.

Mi hijo ha empezado a dar sus pasitos en la escuela de fútbol. Desgraciadamente, no puedo ir a verlo a ningún entreno. No puedo llevarlo. Ni siquiera puedo ir a recogerlo. Estoy fuera, cuidando de la empresa para la que trabajo. Pendiente de sus pequeños detalles, otros no tan pequeños. Eso hace que no pueda estar por mis hijos.

Afortunadamente, ayer pude asistir a uno de esos pequeños detalles. Jugaban su primer partido de fútbol. Sí, el primero.

Te puede parecer una tontería, o incluso un detalle romanticón, pero para mí era tan importante. Creo que incluso para él lo era. Estaba emocionado. Radiante. Ilusionado. Contento... mi hijo también.

Días como el de ayer, rodeados de intensas semanas de trabajo, en las que se duerme poco, y lo poco que se duerme se hace mal. Semanas en las que el buen humor no impera en todos los momentos, incluso en alguien como yo, que suelo ser siempre el que tiene algo que decir que quite hierro a los momentos más complicados. Encima, un fin de semana en el que he caído enfermo con una buena faringitis que me ha impedido hacer nada durante estos dos cortos días. Eso, días como el de ayer, te hacen darte cuenta de lo importante de los pequeños detalles. Esos detalles que a menudo olvidamos, a los que muchas veces no les damos importancia por lo agobiados que estamos, sin darnos cuenta de que en el otro lado, seguramente no será un detalle sin importancia y a la otra persona le podrá parecer lo más importante del mundo.

Espero estar el el segundo partido y, si jugamos bien las cartas, igual puedo llevar a mi hijo a algún que otro entreno entre semana.

Carpe Diem

àlex Seguir leyendo...

viernes, 25 de septiembre de 2009

Cansado

Si has podido seguir las entradas de esta semana, te habrás dado cuenta de que ha sido dura... muy dura.

Lo ha sido por diversos motivos, del que voy a destacar las horas de trabajo. Han sido muchas. Demasiadas. Es lo que tiene esta profesión. Es lo que tiene dedicarse a este mundo.

Hoy, ya en casa, estoy muerto. Me siento como si hubiera estado corriendo horas y horas. Me pesan los párpados. Entro en sopor rápido. Además, no he podido echarme ni una siestecita en el avión. Mi compañero de vuelo de los últimos meses, hoy ha roto el silencio. Un gran tipo. Pero yo estaba cansado. Debo reconocer que el viaje, de todas formas, se me ha hecho corto. Ha sido un placer conversar con este señor inglés durante todo el vuelo. De trabajo, de fútbol, de la familia, de lo duro que estar lejos... Él venía a Barcelona a ver a los suyos. Yo también. Aunque él vive en UK.

También ha sido duro por la incertidumbre que planea ahora mismo sobre mi futuro. Parece todo más encaminado, pero nada seguro. Sigo dudando. Sigo pensando. Eso hace que me cueste más concentrarme. He llegado a perder en algún momento la consciencia de si algo lo había hablado por la mañana o el dia anterior.

Por la noche, las ideas, los pensamientos, las caras, los momentos... todo pasa como si fuera una película antigua a cámara rápida... me cuesta dormir.

Lo bueno de esta semana, la cena de ayer. Con J. y F. Charlando hasta la una de la madrugada. Sin prisas. Sin agobios. Hablando yo y no dejando hablar a los demás... ya sabes.

No sigo escribiendo. Escucha esta canción. Si no entiendes la letra, búscala en internet. Si no sabes cómo hacerlo y te estás planteando preguntármelo, mejor sigue este enlace



Buenas noches y buena suerte,

àlex Seguir leyendo...

jueves, 24 de septiembre de 2009

Bucear entre tiburones

El 25 de mayo, saliendo de mi particular infierno, escribía una entrada que al final no vio la luz. Supongo que en aquel momento, pensé que alguno de mis compañeros que leyeran el escrito podrían molestarse y tampoco estaba el tema como para muchas historias.

Ahora, unos meses después, he decidido publicarlo. También un poco como regalo. No lo sé. Lo que sí es cierto es que vas a poder leerlo.

No he modificado un ápice nada de lo que escribí aquel día. Tampoco tiene demasiada importancia. No es nada del otro mundo. Si tú eres una de esas personas con la que he comentado que la había escrito, igual incluso te llevas una pequeña desilusión por las expectativas que igual yo mismo te había creado.

Piensa que en aquel momento todavía no estaba del todo bien. Que andaba un tanto jodido por mis tonterías... En aquella época incluso no me hablaba con algunas personas. Tú puedes ser una de ellas, no lo sé.

Bueno, a lo que voy, como lo prometido es deuda, ahí va. Sobre todo, no te identifiques. Yo también veía fantasmas. Yo no identifico a una persona. Identifico a grupos. Y grupos en los que seguramente también yo me he visto involucrado alguna vez. Lo sabes, soy una persona muy diplomática.

Recuerdo que allá por el 90, pensaba que una de mis posibles elecciones para la especialidad de la carrera de biología era la “biología marina”. Dentro de ésta, siempre me han apasionado los tiburones. No lo sé. Creo que son uno de los seres más perfectos que la naturaleza ha creado. No en vano es uno de los animales que más años llevan en este planeta. Será por algo.

El tiburón es uno de los animales más odiados por la especie humana. Se la ha vilipendiado de múltiples formas. Se le ha masacrado por tenerlo como al mismísimo diablo. Lo mismo que ha pasado con el lobo o las serpientes.

Todavía conservo la ilusión de nadar entre ellos. Realizar una inmersión junto a los escualos debe ser un subidón de adrenalina brutal. Tengo algún conocido que lo ha hecho y cuenta maravillas. Ya no te hablo de hacerlo con el gran blanco. Eso ya son palabras mayores. Ni que fuera en una jaula. Pero estoy seguro que debe ser una de las mejores experiencias de la vida para alguien como yo.

De cualquier forma, seguro que más de uno de nosotros conoce algún tipo de experiencia parecida. Si no es con tiburones, es con víboras. Otro animal masacrado y vilipendiado por el temor que causa. La biblia disfraza al ángel caído con la apariencia de una serpiente. En Andalucía la llaman la bicha…

En la película de “Indiana Jones en busca del arca perdida” aparece la famosa escena en que hay miles de serpientes alrededor de los protagonistas. Esa debe de ser también una buena experiencia, aunque reconozco que a mí ya no me atrae tanto.

Son experiencias. Pueden ser metáforas. Metáforas que nos ocurren en la vida. Si no quieres denominarlas así, también puedes darles el nombre de Ironías…

Estos últimos meses, en los que sabes que he bajado al infierno para volver a subir después, he vivido una experiencia parecida. De hecho, sigo viviéndola. Pero la suerte es que lo hago como un mero espectador. Al menos yo no me siento parte del elenco de la historia. Prefiero creer que estoy arriba, en una montaña, viéndolo. He visto como se despellejan los unos a los otros. He visto la hipocresía. El cinismo. He visto hasta dónde puede el ser humano para conseguir su ascenso en la pirámide social. He visto como alguien sonríe a alguien para, posteriormente, ponerlo de vuelta y media. He vuelto a ver cómo le volvía a sonreír, a reír las gracias... Sigo sin podérmelo creer... Sigo sin poder confiar en según que tipos de personas... Creo que este no es mi lugar...

Supongo que yo soy un pobre idiota. Que vamos a hacerle. Estoy contento conmigo mismo. Vuelvo a dormir muy tranquilo. Del tirón.

Desde el cariño, el respeto y la admiración.

àlex
Seguir leyendo...

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Un día de furia

He salido del piso a eso de las ocho y cuarto de la mañana.

Justo dos puertas más allá, a la derecha, un tío de mediana edad, de unos 50 años, canoso, despeinado, rechoncho... en pelotas en la puerta del piso. Me he asustado, me saluda y me voy sin hacerle ni puñetero caso. Vaya panorama.

Creo que eso era un aviso de cómo iba a ser el día. Dicen que cuando el grajo vuela bajo, es que hace un frío del carajo, pues con esto igual.

He tenido uno de los días más duros de mi estancia aquí. Todo el rato un montón de jefes a mi alrededor. Presionando. Nada funcionaba. Era como el día de la marmota. Yo daba un paso hacia adelante y alguien modificaba algo y me hacía dar dos hacia atrás. Solucionaba el primer problema, luego el segundo, el tercero, y volvía al primero. Hoy tenía al "caniche" en mi punto de mira.

En algún momento me he sentido como Michael Douglas en "Un día de furia". Te prometo que en algún momento los instintos más básicos han hecho lo posible por salir. Me han dicho que hoy era un ejercicio de "crecimiento personal". No sé. He visto que tengo más autocontrol de lo que algunos piensan.

A las nueve más o menos hemos salido. Tenía la sensación de que eran las dos de la mañana.

Ahora me voy a dormir. Creo que he escrito más líneas de las que yo esperaba que iba a hacer. Más que nada, quería decirte que ha sido un día horrible, que lo he pasado fatal, que no le he hecho caso a nadie. Que han sido más de dos los que han querido hablar conmigo. Que han sido más de dos a los que le he dicho "ahora no". Y eso no suelo hacerlo.

Mañana te cuento.

Que vaya bonito,

àlex Seguir leyendo...

martes, 22 de septiembre de 2009

Higiene personal

He volado con J.

Como otras tantísimas veces. Ya no se cuantas.

Nos han hecho una encuesta en el aeropuerto. Una chica, digamos... morena. Iba con su PDA, nerviosita. No nos hemos levantado de la silla. Ella ha cogido una postura imposible, medio agachada, medio de pié. Somos malos. Nos hemos dado cuenta de la cantidad de vuelos que llevamos cuando nos ha preguntado precisamente por los que habíamos hecho en los últimos 12 meses.

Hoy hemos tenido una nueva experiencia. La de volar con Easycrap sin el famoso Speedyboarding. Encima, tontorrón yo, ni si quiera hemos facturado por internet, por lo que teníamos grupo B. A saber. Primero embarca SB (el Speedyboarding). Luego los de SA (special assistance), vamos los que necesitan ayuda ya sea de forma temporal o permanente y van com muletas u otros elementos que les ayudan en su vida diaria, aunque había otro tontorrón con muletas que no ha cogido el SA. Luego entran los de familia, que van con críos pequeños, luego los A (facturado por Internet) y luego los borregos que tenemos la B.

Aunque hemos entrado de los últimos, nos hemos aprovechado de nuestra experiencia previa y de que íbamos en un autobús al avión. En cuanto nos hemos metido en el autobús, un par de sorry, perdón, excuse me y un tanto de jeta, y nos hemos puesto en la puerta delantera... Nos hemos sentado en nuestros asientos de siempre, y hemos ahorrado unos 20 eurillos a nuestra empresa. Eso es compromiso, lo demás son tonterías.

Una vez sentados, una pareja con un niño se ha puesto justo detrás mío.

Ahora quiero que imagines. Por un momento. Sólo por un momento. Piensa en un día de limpieza en casa. Piensa que hace unos días que, por lo que sea, no has limpiado el suelo. Piensa que nadie te ve, y usas el cubo para limpiar todo el piso. Ahora, huele el agua. Huele el mocho...

La tía de detrás olía igual.

Joven, unos treinta y pocos. Fatal. Yo me quería morir. Tengo el olfato demasiado sensible. He pensado "no mueva más los brazos, no te muevas más".

Joder con la higiene personal. No es la primera vez que me pasa. Incluso con gente con la que he trabajado en alguna ocasión. Son esos olores que te da vergüenza comentar. Igual incluso me pasa a mí y nadie me lo ha dicho. Aunque debo decirte que yo soy de los que se ducha cada mañana y, a veces, incluso por la noche después de trabajar. Qué vamos a hacerle.

¿Pero por qué la gente no usará desodorantes? Coñe, que no te digan que son alérgicos, que ahora hay también para eso. A mí que no me vengan con hostias, hay gente guarra y punto. Gente a la que ves en pleno verano llevando la misma camiseta día tras día al trabajo. Sin cambiarla. O la camisa, con los rodales axilares amarillos.

Bueno, que no quiero hablar más del tema. Que me parece una guarrada y voy a ver si cenamos, que ya nos toca. Aquí son las diez y veinticinco de la noche y acabamos de llegar hace un ratito. Creo que vienen días igual de duros que por los que ya hemos pasado.

Que vaya bonito,

àlex Seguir leyendo...

lunes, 21 de septiembre de 2009

Inicio el descenso.

En un ratito me voy al aeropuerto. De nuevo para coger un avión que me lleve al aeropuerto de Gatwick y, posteriormente, dirigirme a Horsham a quemar una nueva semana allí.

De cualquier forma, creo que voy a mirar de tomármelo de una forma diferente. Me lo voy a tomar desde una perspectiva más humana, más personal. Creo que no voy a estar haciendo demasiado caso a otras orquestas o grupitos musicales que estén tocando alguna canción regional y que estén por allí. Tú ya me entiendes.

La semana no pinta muy bien. Ya voy a empezar con un vuelo en Easycrap sin el famoso SpeedyBoarding. Este pequeño detalle, me va a hacer estar media hora antes en el aeropuerto para chuparme una cola eterna hasta poder facturar. De la entrada en el avión, ya te hablaré mañana... supongo.

De cualquier forma, esta semana tendrá dos momentos importantes. Quizás más. Pero de cara a mi futuro creo que sólo dos. El martes por la mañana y el viernes a mi llegada al aeropuerto de Barcelona.

Tampoco es que pueda darte más detalles. Desgraciadamente, esta línea no es segura y hay otros niños jugando en este patio, pero tranquilo, poco a poco iré desvelando detalles. Posiblemente los próximos quince días serán determinantes en mi futuro inmediato.

Estoy bien. Ilusionado. Expectante. Soñador... como nunca. Si fuera un deportista de élite, diría que estoy en mi mejor momento. Creo que he alcanzado un grado de madurez en lo mío que me puede llevar a cotas más altas. Estoy contento.

Eso sí, te reconozco que estoy nervioso. Llevo demasiado en el cuerpo. Me cuesta otra vez conciliar el sueño. Me cuesta, en algunos momentos, mantener la concentración, sobre todo en lo personal.

Creo que ya he iniciado el descenso que me va a llevar al campamento base. Junto a los míos.

Si lees este blog y además trabajas conmigo... paciencia. Nada de lo que diga o haga tendrá carácter personal. Y si te molesto con algo, te pido ya desde este momento disculpas.

Que tengas muy buena semana.

Buena suerte,

àlex Seguir leyendo...

domingo, 20 de septiembre de 2009

Panda de chorizos

Ayer fui a comprarme algo de ropa. Desde que estoy en UK, he cambiado algo las tallas que uso, y ya tocaba.

Nos fuimos al centro comercial de la pequeña ciudad en la que vivo. Allí, me acerqué a una tienda en la que no sé por qué pero siempre me ha gustado entrar a comprar. Springfield. Me gusta el tipo de ropa que tienen allí. A mi gusto, me sienta bien, y me siento cómodo.

Aproveché para comprarme un par de pantalones y un par de camisas.

Pero no quiero contarte el tipo de ropa que me compro, si no lo que puedo llegar a cabrearme con la gente de mi país.

Llevaba mis gafas de sol colgadas del cuello de la camiseta. Ya sabes. Seguro que tú lo has hecho más de una vez. Bien, pues para probarme la camisa, las dejé sobre un perchero que había en el probador.

Cuando acabé de probarme la camisa, me fui directamente a pagar la ropa.

Al darme cuenta de que no llevaba las gafas, ya era tarde. Habían pasado 10 minutos y ya no estaban.

Esto me sucede en Horsham, otra pequeña ciudad de otro país, y las gafas hubieran sido entregadas al tipo de la caja. Aquí, no. Aquí cogemos las gafas y nos vamos corriendo con nuestro botín. Somos así.

Una de las cosas que seguro voy a echar de menos de Londres es la sensación de seguridad que tienes allá donde vas. En el tren, sea la hora que sea, nunca esperas que venga alguien a pedirte algo. A contarte lo mal que lo está pasando en la vida y que necesita dinero. Nadie te intentará robar. Por la calle, lo mismo. Nadie intenta engañarte.

Creo que ellos tienen mucho que aprender de nosotros. Después de 8 meses allí, algo de información tengo para poder hablar. Aunque nosotros también tenemos mucho que aprender de ellos. Sobre todo en civismo.

Que acabes de pasar bien el fin de semana. Yo, mañana, tendré una experiencia nueva: Easyjet sin Speedyboarding. Grandes colas para facturar.

Que vaya bonito,

àlex Seguir leyendo...

sábado, 19 de septiembre de 2009

No todo va a ser amargo

Estos últimos días han tenido un tono agridulce. Si has ido siguiendo mis líneas recientemente, ya lo sabes.

El enterarme que iba a seguir en esta isla durante más tiempo, me cayó como un jarro de agua fría. No pude remediarlo. Si a eso le unía que otros compañeros se volvían definitivamente a Madrid y otros esta próxima semana estarán de vacaciones, se me hacía todo un poco cuesta arriba.

También es cierto que entre tantas horas de trabajo diario, alguna anécdota entretenida si que ha habido. Alguna jugosa. Otra no tanto.

Para mí, sin lugar a dudas, la anécdota que voy a recordar con más cariño es cómo reaccionan mis compañeros ingleses ante mi sentido del humor, ante mis bromas, ante mis salidas, ahora también en inglés. Se ríen. Al principio no se reían tanto. Creo que ahora me he hecho un huequecito. Me dicen incluso que me van a echar de menos cuando no esté allí. Supongo que represento una pequeña escapatoria al stress diario.

Otra anécdota se dio el jueves por la noche. Quizás cueste creer. Digamos que éramos 5 chicos y 1 chica... bueno, 4 chicos, 1 chica y yo, que les llevo entre ocho y diez años aunque muchas veces yo parezca el más infantil. Allí también estaba X. Nos íbamos a ir a cenar por ahí, unas copas y teníamos intención de acabar la noche en la discoteca de Horsham en la que huele a pies, para ver si hacíamos alguna locura.

Se decidió ir al otro piso que tenemos el combinado español en este pueblecito. Primero, una visita al súper para comprar cervezas y carne para hacer a la plancha. Yo ya vaticiné que no iríamos después a ningún sitio, aunque todos lo negaran. De cualquier forma, el riesgo estaba claro, y no me equivoqué.

Pero no vamos a hablar de lo bueno que pueda ser identificando riesgos, que seguro que no lo soy. Lo bueno de la noche fue el descubrimiento de una serie de canales en los que salían tías en pelotas. Sí, sí, en pelotas. Algunas horribles, otras quizás no tanto, ninguna era de bandera. Eran de aquellas que anuncian teléfonos eróticos. Imagina a cinco tíos y una tía sentados en el salón, en los sofás, viendo eso. X. radiando la jugada. Yo, seguramente debido a mi timidez y a mi pasado en colegios religiosos, no sabía para dónde mirar. Pero debo reconocer que me moría de risa escuchando las animaladas de X. Tanto, que ni me atrevo a repetirlas aquí.

Otra anécdota es cuando un tipo inglés me pidió que trabajáramos el fin de semana. Después de tres semanas trabajando entre 12 y 14 horas diarias y me pide eso... No te voy a decir como acabó el tema, no quiero violar alguna política de la empresa.

Este jueves estoy invitado a un paintball. Debo reconocer que nunca he ido a uno, aunque no creo que vaya tampoco a éste. Con la manía que le estoy cogiendo a alguno de los que va a ir, y con la que me tienen ellos, siendo el único español, puedo acabar bastante mal.

En Londres empieza a hacer ya mucho frío. Se nota por la noche. Creo que ya hay que empezar a hace un pensamiento y volverse a este clima más cálido y, sobre todo, con los nuestros, que ya toca.

Estate atento a las próximas semanas, pueden haber cambios interesantes.

Voy a ver que hacen el Barça y el A. MAdrid. Seguro que hoy vemos buen fútbol.

Buenas noches y, otra vez, buena suerte.

àlex Seguir leyendo...

viernes, 18 de septiembre de 2009

¿Nos vemos en Madrid?

Hora: 1:18am GMT (Vamos, la de Londres)
Lugar: Mi cama en Horsham
Situación: Ha sido un día duro, pero también ha sido un día extraño.

Por la naturaleza de mi trabajo, me he cruzado con muchas personas a lo largo de mi carrera profesional. Algunas han causado grandes efectos. Unas para bien, otras quizás no tanto. Lo que sí que he aprendido es que a todas debes dejarlas pasar. No quiero decir con esto que te olvides, tampoco que cierres y punto.

Me explico.

Creo que he llegado a un punto de inflexión. He tenido varios en mi vida. Tendré más. Creo que todos los tenemos. Este sábado, como ya te he comentado, cumplo 8 meses en los que veo a mi familia los fines de semana. También te he comentado que es duro. Quizás cada vez más duro.

Te decía que ha sido un día extraño. Ha sido un día de despedida, quizás de un hasta luego, no lo sé. Hoy, dos compañeros más cercanos a mí, se han ido.

Del grupo de personas con las que trabajo aquí, algunos se han vuelto a Madrid, y otros continuamos aquí. De ninguna me había despedido. Sencillamente habíamos dicho un simple "nos vemos en Madrid". Pero hoy ha sido diferente. Hoy, una de las personas con las que desembarqué en la City en Enero de este año, ha cumplido su deseo de volverse a casa, a su Madrid. Hoy he tenido la consciencia de que quizás no ha sido un "hasta luego". Lo he visto claro como nunca. Quizás ha sido un adiós. Quizás no "nos vemos en Madrid".

Por eso, hoy, más que nunca, a aquellos con los que he compartido estancia aquí en Londres desde el principio, quiero deciros que, en mayor o menor medida, ha sido un lujazo estar con vosotros. Cada uno, por mi forma de ser, sabe cual es esa medida. Cada uno es sabedor de su posición dentro de mi universo personal.

Hoy, soy consciente de que algo puede cambiar el curso de esta historia. Igual mañana cambio de opinión, no lo sé, pero a esta hora, a solas, en mi habitación, echo más que nunca de menos a mi familia. Debo estar con ellos. Debo estar en casa.

Estoy bien, quizás mejor de lo que he estado en los últimos 6 años (si me conoces desde entonces, sabes a qué me refiero). Estoy tan bien y veo las cosas tan claras, que creo firmemente que debo hacer algo.

No voy a poner nombres. Creo recordar que si lo he hecho, ha sido en un par de ocasiones. Si estás leyendo esto, serás capaz de encontrar tu lugar en esta entrada. Sabrás si estoy o no refiriéndome a tí. Sabrás que, si me he despedido de tí, o lo voy a hacer en los próximos días, todo aquello que he dicho o he hecho, ha sido siempre desde el corazón, por eso, repito, ha sido un lujazo poder compartir contigo todos y cada uno de los momentos que aquí hemos pasado. Los de la diversión, los del trabajo, los de la alegría, los de la tristeza, incluso los silencios...

No voy a volver a escribir sobre esto. Lo hago hoy. No creo que vuelva a hacerlo. Igual no hay ningún cambio en mi vida y esto queda como un mero pensamiento de un jueves en el que estoy irritado, cansado... y algo triste.

Mañana volveré a mis entradas habituales. Unas para explicar unas risotadas, otras, quizás para explicar alguna de mis antiguas anécdotas de los taxis... El resto, el futuro lo desvelará.

Por si después no me acuerdo, o sencillamente no puedo decírtelo en persona, me lo he pasado muy bien...

Que vaya bonito,

àlex

PS: Si finalmente voy a Madrid, tendré que pasarme por "Casa Lucio". Seguir leyendo...

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Ya queda poco... ¿De verdad?

Esa es una gran pregunta.

Has intentado animarme en más de una ocasión diciéndome que aguante, que ya queda poco. Realmente me animaba con eso. Bueno, tampoco es que esté desanimado, lo que estoy ya es un poco mosqueado con la estancia en este gran país.

Tal y como van pintando las cosas esta semana, me da a mí que no me queda poco. Por lo pronto, hoy me ha tocado cambiar el billete de vuelta a casa, que tenía para mañana jueves. Volveré el viernes por la tarde.

Me lo tendré que tomar con un poquito de resignación. No me queda otra. Tal y como están las cosas, no sé que otra cosa hacer.

Un amigo me envió un mail de ánimos el otro día, diciéndome que pensara que todo esto lo estoy haciendo por los míos. Quizás es lo que deba pensar, pero igual les haría más bien si pasara más tiempo en casa...

De cualquier forma, este horario de 8 a 10 de la noche cada día, no me va a traer nada bueno, lo sé. Ya he pasado por esto en otras ocasiones. El fin de semana estás muerto por la semana que llevas, y a ver a quien le explico eso.

Ahora me voy a ir a dormir. Mañana más guerra.

Lo bueno del día es que España le ha metido a Polonia, con lo cual mañana nos la jugamos con la Francia de Tony Parker. A ver si somos capaces de ganar a estos franceses. Me da que España se ha quitado la manta de encima. Si pensamos, cuántas veces nos hemos mosqueado porque equipos que han perdido los mismos partidos que España en la primera ronda, luego han sido campeones. ¿Por qué no podemos hacerlo nosotros?

El Barça lo he escuchado por la radio. Parece que la segunda parte les hemos dado algo de caña a los italianos, pero el fruto recogido ha sido corto. A ver que tal nos va en próximos partidos. Para mí, el Inter en casa, era un hueso duro de roer. Creo que un empate tampoco está tan mal, aunque este equipo tiene que aspirar, otra vez, a todo.

Que vaya bonito,

àlex Seguir leyendo...

martes, 15 de septiembre de 2009

Otro mal día...

Hoy no ha mejorado el día respecto a ayer.

He estado en la oficina desde las 8 hasta las 10 de la noche. No quiero contar las horas que suman. He estado una hora comiendo. Con un montón de compañeros. Volvemos a ser unos cuantos aquí.

Estoy cansado. Muy cansado.

He de reconocer que sigo comportándome como siempre, es decir, intento cachondearme de todo, pero tengo cada vez menos ganas. Creo que estoy más susceptible de lo habitual, y también me enfado con más facilidad con los compañeros, aunque intento disimularlo todo lo que puedo. Aguanto menos. Aguanto poco.

Hemos ido a comer al Black Crown (creo que se llama así). Un pub inglés. Te quedas pegado a la mesa. Es guarro. Para comer, algo que llaman "Hunting duck", pechuga de pollo cortada a mitades, una encima de otra, con una tira de bacon en medio y queso por encima. Una cerveza para beber. Budweiser, como viene siendo habitual aquí en UK.

Tengo tiempo de nada y menos en la oficina. Me siento un poco bombero y con la sensación de que en algún momento me convertiré en un cabeza de turco. Pero no vamos a entrar en este tema. Sabes lo que suelo pensar de escribir aquí temas profesionales.

Casi me quedo sin cenar. Cuando hemos salido, los que están en el hotel en Crawley han preferido irse para allá. X. y J. se habían ido hacía un buen rato al piso. Se han pillado unas pizzas que han compartido al final conmigo cuando he llegado. Me cuidan. Siguen cuidándome más de lo que seguramente merezco.

Ahora cuento en negativo, es decir, espero que me queden realmente sólo un par de semanas a parte de esta. Algunos ya se cachondean de mí. No se esperan encontrarme aquí cada semana.

Mañana espero poder escribir algo más alegre. Reconozco que hoy es una entrada para llorar, pero a alguien se la tengo que contar, a quien mejor que a ti, que siempre estás ahí para escucharme.

Un muy buen amigo me dijo ayer, a través de Facebook, que al final me acordaré sólo de lo bueno de esto, como en otras tantas veces. Él y yo habíamos compartido cosas buenas y no tan buenas en Milán. Nos habíamos llegando a gritar el uno al otro. Pero somos buenos amigos, aunque sea en la distancia. Y tiene razón, ahora podemos reírnos de aquello.

No te aburro más.

Que vaya bonito,

àlex Seguir leyendo...

lunes, 14 de septiembre de 2009

Prorrogamos la estancia en Horsham

Recuerdas "The Wall" de Pink Floyd???

Me siento un poco como Pink. En estos momentos, siento como si alguien estuviera haciendo una broma con heces y un ventilador (pido disculpas por la escatología) y yo estuviera delante.

Me siento fatal. Noto que me fallan las energías.

Hoy me han dado otra noticia. Estaré en Horsham, al menos, hasta el próximo 2 de octubre.

Para mí no es buena noticia. Para mí, ha sido como un jarro de agua fría. Necesito estar una temporada en mi tierra. Necesito estar un tiempo con los míos.

Volverme a España para quedarme en Madrid tampoco es que me haga ilusión. Reconozco que siento una gran necesidad de irme a Barcelona. De dormir en casa. Acostar a mis hijos. Levantarme con ellos. Acostarme abrazado a mi mujer.

Creo que no es justo. Para nada. Con mi situación, estar tanto tiempo fuera de casa, no es de justicia. No tengo 26 años. Tengo algunos más. Lo sabes. No estoy soltero o iniciando una vida de pareja. Ya tengo una estabilidad y tres hijos que sólo me ven los fines de semana. Me estoy perdiendo lo mejor. Mientras aquí...

No voy a explicarte el lado profesional. A parte de estar infringiendo, seguro, alguna política de empresa, te aburriría. Pero creeme, tengo una situación algo incómoda. Seguro que hay personas que quisieran estar en mi situación. Hay quien piensa incluso que soy bueno en lo mío. Yo ya no sé que pensar. Veo a gente que no da pie con bola y vive mejor que yo.

Cuidado, tampoco es que quiera componer aquí un blues flamenco. No quiero apesadumbrarte con mis problemas. No quiero llorarte. Lo único que quiero, es regresar una temporadita a casa. No tener que decirle a los niños todos los domingos lo mismo. No tener que justificarles por qué me voy.

Estarás pensando que podría cambiar de empleo, no??? No lo sé. No sé que pensar. Me gusta mi trabajo. Me gusta la gente con la que trabajo. Me gusta más mi familia.

¿Qué hago? ¿Tú que harías? Nunca te he pedido consejo. Tampoco quiero uno fácil como "Cambia de trabajo"...

Espero que te vaya muy bonito. Yo, mañana, intentaré pasar el día lo mejor que pueda. Trabajando. Sin pensar demasiado en otras cosas.

àlex Seguir leyendo...

domingo, 13 de septiembre de 2009

Bolero de Ravel

Ayer, tras un día familiar, quería ver el partido de España contra Turquía del Europeo de Polonia. Estaba convencido de que el partido empezaba a las 21 horas en "La Sexta". Error. Pongo La Sexta a las nueve de la noche y... estaban hablando de la rajada de Marc Gasol sobre la decisión final de Scariolo. Por cierto, Pepu, ¡¡¡vuelve!!!

Vimos Informe Semanal. Con tranquilidad. Esos maravillosos reportajes que acostumbran a emitir. El último de la noche hablaba de los cooperantes españoles en Senegal. Gente que lo deja todo para ir a ayudar a aquellos que más lo necesitan.

Al final del reportaje, escuché una pieza musical que siempre me ha encantado. Quizás es porque tuve la ocasión de interpretarla con un pequeño conjunto de música clásica en el centro social de mi barrio cuando era más joven. Quizás porque todavía se me pone la piel de gallina al escuchar tan simples notas unidas en el "Bolero" de Ravel.

Pues bien, dicha pieza musical, cantada por Angelique Kidjo me impresionó tanto, que me levanté a buscarla en Internet, para encontrar el siguiente enlace en la que se puede escuchar. El título de la canción es Lonlon, y pertenece a un álbum publicado por esta cantante en el año 2007 y que tiene por nombre "Djin Djin". Al parecer, y por lo que leo en el blog "Clásico lo serás tú", el nombre del álbum, y cito textualmente "hace referencia al sonido de las campanas que algún día deben saludar el comienzo de una nueva era en África."

Para escucharla, puedes usar este enlace a la canción

Espero que la disfrutes tanto como la he disfrutado yo.

Que vaya bonito,

àlex Seguir leyendo...

sábado, 12 de septiembre de 2009

Discreción (Nota del autor)

A aquellos que habéis visto reflejado a alguien en mi entrada anterior, quiero deciros que no pensaba en nadie en particular cuando la escribía.

Sé que, conociéndome como me conoces, seguro que piensas que justo en el momento de perpetrar la entrada, yo estaba haciéndole budú a alguien. Pues no. No lo estaba haciendo.

Bien es cierto que esa entrada se empezó a gestar varios meses antes. Bien es cierto que sí, alguien con unos comentarios me hizo pensar. Pero palabra que no quería molestar a nadie.

Quizás tú has sido uno de los que me has llamado o me has escrito un correo electrónico preguntándome si me refería a tal y a cual. Puede que tú seas una de esas dos personas que tiene súper claro a quién me estaba refiriendo. Mi única intención, como siempre, ha sido escribir sobre aquello que me pasa por la azotea.

De cualquier modo, ya sabes, los remordimientos de conciencia y yo no somos buenos compañeros de viaje, así que no te voy a decir que me arrepienta de lo escrito, espero que lo entiendas.

Seguro que puedes ver a alguien exactamente tal y cómo relato en mi entrada. Seguro que conoces a alguien indiscreto. Total, al final, en mayor o menor grado, todos cometemos indiscreciones... Yo también, por supuesto.

Voy a disfrutar del sábado con la familia. Espero que tú puedas hacer lo mismo, ya sea con la familia, con los amigos o, sencillamente, de una soledad voluntaria.

Que vaya bonito,

àlex Seguir leyendo...

viernes, 11 de septiembre de 2009

El partido no acaba hasta que el árbitro pita

El miércoles por la noche escribí mi entrada de despedida de Horsham.

Hice la maleta. Recogí todas las cosa que tenía en el piso. La alegría me invadía en cada momento. Con cada pequeño detalle que metía en la maleta, una parte de mí ya emprendía el viaje de vuelta.

El jueves fue duro de trabajo. Como estas últimas semanas. Sin parar. Con presión.

A última hora, un responsable se acercó a mí a pedirme el teléfono de mi jefe. Rápidamente me di cuenta para qué lo quería...

Ves un partido de fútbol. Tu equipo va ganando. Necesita la victoria. Estás en el tiempo de descuento. El cuarto árbitro ha dado 3 minutos más. Se han consumido dos y medio. Córner en contra de tu equipo. Lo chutan. Ha subido hasta el portero. De repente, el árbitro pita. ¿Final del partido? No. Cuando tú ya estabas celebrando la victoria, acaban de pitarte un penalti inexistente en el tiempo de descuento.

¿Has vivido eso alguna vez? Así me siento yo.

El lunes que viene vuelvo a estar en Horsham. Otra semana más. Para ser sincero, ya no sé si será la última o será la primera de otra larga temporada. Ya no tengo nada claro. Veo el regreso a España lejos ahora. Quizás estoy un poco decepcionado y lo veo todo algo más negro.

Pero seamos positivos, seguiré perfeccionando mi inglés y disfrutando de la compañía de algunos amigos que allí he hecho.

Suerte,

àlex Seguir leyendo...

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Give a little bit

Estoy escribiendo esta entrada, sabedor que hoy acaba una etapa. Hoy cierro un capítulo que he quemado en UK. Entre Londres y Horsham. Una etapa en la que han pasado muchas cosas.

En Londres bajé a los infiernos. En Horsham continué allí. Luego desperté. Desperté de una pesadilla. Una pesadilla sin nombre. Una pesadilla sin culpables. Una pesadilla...

Hoy, miro hacia atrás, y veo tantas cosas... He reído. He llorado. He maldecido. He odiado. He callado... Sí, he callado. Te has preocupado por mí. Me has ayudado. Me has olvidado. Me has hecho el vacío.

Hoy, no me despido. Seguro que vuelvo. A Horsham. Seguro. Estaré de nuevo por aquí. Será otra etapa. Seguramente otras personas. Pero seguiré siendo el mismo. Seguiré compartiendo. Seguiré riendo... espero no llorar.

No voy a olvidar el camino entre la oficina y el piso en el que he pasado estos últimos meses. No olvidaré la plaza. Su restaurante italiano en el que tantas y tantas veces hemos ido a comer. La tiendecita de comida que hay al lado, con todo tan bien colocado. El bar "Bear" dónde pude disfrutar de la semifinal y final de la Champions. Vibré con nuestro Barça. Entrar en la Calle West. Como dice una amiga, un decorado nocturno. Sus flores colgando en grandes macetas de las farolas. El paso entre los edificios, coronado con su bar "The commodores". Las fuentes de la plaza en la que está el piso. Su quiosco, dónde hemos aprovechado algún rayo de sol comiendo un sandwitch Club, típico inglés.

Roger Hogdson, lider de Supertramp, un grupo que puede que hayas escuchado en la radio alguna vez, un grupo que quizás te guste tanto como a mí... o no. Él se despedía en 1983 de su carrera con el grupo. Lo hacía con una canción titulada "Give a little bit". No espero que sientas lo mismo que yo al sentirla. A mí se me pone la piel de gallina. Por cierto X. Al principio del vídeo... lo que me has pedido tantas y tantas veces...



Nos volveremos a cruzar en el camino...

àlex

PS: Espero que no me cambien los planes, y no me hagan volver el próximo lunes a Horsham... Que nunca se sabe... Seguir leyendo...

martes, 8 de septiembre de 2009

Discreción

¿Crees que sabes elegir a tus amigos? ¿Tus secretos de alcoba están a buen recaudo? ¿Tienes algún vicio oculto?

Preguntas que normalmente no nos hacemos.

Cuando conocemos a alguien, dependiendo de las circunstancias, no nos paramos a pensar ciertas cualidades que, al final, son las que marcarán el futuro de esa relación.

En otras entradas he comentado las tres cualidades que yo considero deben tener aquellos que van a ser mis amigos. No voy a volver de nuevo a ellas.

A veces, tenemos que ir más allá de esas tres cualidades. Desgranarlas en otras más pequeñas. Por ejemplo, la lealtad. Para mí es una de las cualidades más importantes para mantener una amistad o cualquier tipo de relación.

Hay personas que carecen de esa lealtad. Hay personas que creen ser leales. Hay personas que creen que son, en definitiva, la rehostia. Te das cuenta, a veces tarde, de que no es así. Cualquier cosa que les cuentas, ellos la magnifican, la decoran a su antojo y, posteriormente, la explican en una conversación de cafetería como el que no quiere la cosa.

Has visto el título de la entrada, ¿verdad?: Discreción.

Hoy juego a ese palo. No puedo con la gente así. Una cosa es contar un detalle sin importancia, gracioso a veces, no tanto otras. Bueno. Se puede perdonar. Pero existen personas con las que me es imposible compartir absolutamente nada. Realmente, a veces me dan incluso pánico. Pierdo mi buen rollito. Pierdo incluso mis ganas de poder disfrutar de una conversación con más gente. Me apago.

Esas personas que cuentan algo importante. Un detalle que puede marcar tu opinión. Una información que no deberías conocer. Una historia sobre algo que incluso puede estar socialmente mal visto.

Luego ves a la persona sobre la que se ha producido semejante indiscreción. Transita inocente. No tiene ni idea de que sabes algo sobre ella que no deberías. Algo que pertenece única y exclusivamente a su merecida privacidad. Pero que alguien, un insensato, un gilipollas con todas las letras ha aireado para echar unas risas quizás. Pues bien, miras a esa persona y ya nada es lo mismo. En un momento te da lástima. En otro no sabes que pensar. En otro eres malo y también dibujas una sonrisa en la boca.

Pero lo piensas. Te das cuenta de que realmente no ha hecho nada malo. Su vida privada es, eso, privada, y cada uno hacemos lo que nos parece en ella. Nadie tiene por qué juzgarnos. Nadie tiene ni siquiera que opinar sobre nosotros.

Para mí, el indiscreto, si lo ha hecho a conciencia, y sabes que repite, ya no pinta nada. No existe. Se acabó. En mi vida no tiene ningún espacio.

El indiscreto, tanto el que cuenta de primera mano, como el que hace eco de esas informaciones, nos puede parecer un tipo simpático, pero no nos engañemos, en cuanto pueda, hara lo mismo con nosotros. Vive de eso. Su simpatía está basada en eso. No tiene argumentos propios. Sus chistes siempre son sobre los demás. Acaba en boca de todos.

A veces nos fiamos más de las apariencias. Nos fiamos de esos cánones de belleza para dar más credibilidad a lo que alguien nos cuenta. Incluso les reímos las gracias. No nos damos cuenta. No vemos lo que realmente cuenta. No vemos las intenciones. Quizás, tanta luz, nos ciega.

Apaga la luz para verme mejor...

àlex Seguir leyendo...

lunes, 7 de septiembre de 2009

Comprensión

Todos necesitamos comprensión. Es un hecho. Y esa necesidad es un derecho inalienable.

Todos necesitamos amor. También es un hecho. También es un derecho inalienable. La gran mayoría de las personas necesitan confirmar ese amor. Algunas personas, entre las cuales me incluyo, aunque sentimos esa necesidad, no necesitamos que nos lo digan más que dos o tres veces al año. Sin embargo, existe otro grupo que necesita reafirmar ese amor de forma continua.

Si estás en mi grupo, ese tipo de persona no va a hacer jamás un dúo contigo. Igual consigues un dúo en el que no hay amor. O bien un dúo en el que el amor dura, tan solo, una noche. Quizás necesitas estar enamorado para tener una relación de una noche con otra persona. Pero no pasara de ahí.

Pero ya no sólo hablo de ese amor, del amor que profesamos por quien puede ser nuestra pareja, ya sea del sexo opuesto o de tu mismo sexo. Quiero hablar también del denominado amor fraternal, o el amor que profesamos hacia nuestros padres.

Ese amor siempre está ahí. Es un amor incondicional, en la mayoría de los casos, claro, siempre hay alguna relación imposible, aunque se comparta sangre y genes.

Pero dejémonos ahora el amor. En estos momentos, estoy pensando en la comprensión. Una comprensión que todos reclamamos a gritos, pero que en muchas ocasiones nos negamos a conceder a los que nos rodean, incluso a aquellos a los que queremos.

En muchas ocasiones, por no decir en todas, nos fijamos más en lo que pensamos nosotros, que en lo que preocupa u ocurre a las personas más cercanas a nosotros. En mi caso, es cierto, existen momentos, como estas últimas semanas, en que me encierro en mí mismo. Entro en una dinámica en la que quizás los acontecimientos me pueden, e intento salir de ellos sin ayuda, sin tener que molestar a nadie más.

Afortunadamente, como ya te dije ayer, en este caso se trata más de algo profesional, que sí, está claro, también te afecta a nivel personal. Esa dicotomía entre lo personal y lo profesional es muy complicada, al final, nunca sé dónde está la línea que separa a ambas. Quizás esa línea ni exista, y la intentemos inventar nosotros para evitar tener que dar demasiadas explicaciones.

A aquellos que os quiero, que lo sabéis aunque no os lo diga, no os creáis que no me preocupo por vosotros. No creáis que no me interesa lo que os suceda. No creáis que me olvido. Pensad que mi situación tampoco es fácil. Pensad que, con poca o mucha fortuna, esta es la vida que me está tocando vivir y que, por supuesto, también os afecta. Pensad en el efecto mariposa. Pensad en que el día tiene 24 horas, 1.440 minutos, 86.400 segundos. Pensad en lo que sois capaces de hacer en ese tiempo. Pensad que de una semana, tan solo comparto 36 horas con mis hijos.

Sé que una llamada para decir hola, cómo estás, te quiero, dura muy poco, son unos pocos minutos. Sé que, con la cabeza fría, es difícil poder justificar una cosa así. Pero cuando hay amor y comprensión, a veces, a una de las partes, si se olvida de su enfado inicial, le puede llegar a resultar más fácil decir hola, como estás, te quiero, y esperar respuesta al otro lado.

Con todo mi cariño,

àlex Seguir leyendo...

domingo, 6 de septiembre de 2009

Ansiedad

He tenido un mal fin de semana. Me han podido los nervios. Lo sé, no debería permitirlo, pero supongo que llega un momento que es inevitable.

Han sido dos semanas duras. No ya por las horas de trabajo. En ese sentido, no me quejo, de momento, y estando lejos de casa, creo que soy bastante animal y puedo con lo que me echen.

Lo que me puede son otros temas. Temas relacionados con "política" o con las formas en como se hacen algunas cosas.

Al final, me he llevado los problemas a casa. He estado irascible. Poca paciencia con todo el mundo. Un acusado estado de ansiedad. Encima, la feria al lado de casa, hasta las 3 o las 4 de la mañana escuchando al de la tómbola con las 4 botellas de vino, los dos chorizos y los dos fuets. Agotador.

Espero que esta semana que empiezo mañana me permita cerrar un capítulo. Espero que también me permita aparcar mi estado y dejar los nervios atrás.

De cualquier modo, no te preocupes. Estoy bien. Sólo un poco cansado, eso es todo.

La que viene promete ser dura. Pero también promete ser la definitiva. El día catorce, pinta que estaré en Madrid, como cantan los Ketama en el vídeo que me envió el otro día X. para decirme que me están esperando allí...



Que vaya bonito,

àlex Seguir leyendo...

viernes, 4 de septiembre de 2009

Las ferias y la madre que las parió

Yo no me niego a respetar las fiestas de los pueblos. Es un hecho histórico. Cuando somos niños, nos lo pasamos bien. Cuando somos mayores también.

Pero como en todo, siempre hay algunos que lo pasan mejor y otros que lo pasan peor.

Porque digo yo... A ti, como a mí, te gustará ir a la feria del pueblo. Hacer el loco en los cacharros. Disparar un rato. Ver a los críos disfruta de lo lindo. Una vez has terminado, te vas a casa... y tan ricamente.

Imagina ahora, que tienes la feria metida en tu dormitorio. Como yo. Tengo la feria en el parque de enfrente. Mi ubicación es fantástica. En verano, tengo aire acondicionado gratis que baja de la montaña, pero los días de feria.

Hoy he llegado de UK. Muerto. Ha sido una semana dura. Además he estado enfermo. Se me ha juntado todo. Digamos que no he sido feliz siendo hombre (aludiendo a aquel anuncio). Tengo ganas de meterme en la cama. Dormir.

Pues tócate los cojones Mariloli. No voy a dormir. Tengo el chumba-chumba, los jamones, la bicicleta y la madre que parió a las tómbolas ahí metido todo el día.

Me tendré que resignar, dudo mucho que nadie me haga caso.

Mientras tanto, intentaré dormir.

Que vaya bonito,

àlex Seguir leyendo...

jueves, 3 de septiembre de 2009

Un millón de oportunidades

Cada día, cuando despertamos, se inicia una reacción en cadena. Esa reacción en cadena nos lleva a hacer innumerables cosas en las siguientes, digamos, 16 horas. Quizás 24. Quizás, mientras dormimos, sigue esa reacción. Quizás se inicia una nueva.

Cada día, cuando despertamos, nos preparamos para usar nuestro libre albedrío. Ese término bíblico que se pretende atribuir a los que incomprensiblemente para mí, piensan que disponemos de algo llamado "alma".

Cada día, cuando despertamos, sentimos como despuntan un sinfín de circunstancias. Estrenamos una nueva hoja en un calendario repleto de posibilidades.

Cada día, cuando despertamos, unimos nuestras circunstancias y nuestro libre albedrío para salir de casa e iniciar una nueva jornada. Algunos días, los más, de trabajo. Otros días, los menos, de ocio.

Durante el día, pasan por delante de nuestras narices innumerables opciones. Opciones que de buen seguro hacen discurrir la senda de nuestra vida hacia un sitio o hacia otro. Siempre estamos tomando decisiones. Pequeñas. Grandes. Siempre estamos barajando posibilidades. No nos damos ni cuenta. Lo hacemos.

Cambiamos nuestras vidas. Cambiamos las vidas de los demás. De forma individual. Grupal.

Cada día se nos presentan un millón de oportunidades. Muchas de ellas, sencillamente las descartamos sin darles importancia. Otras, las pensamos un rato. Otras, las pensamos durante días... meses.

No nos damos cuenta, pero somos dueños de nuestro destino. Un simple gesto de rebeldía en el trabajo. Tomar una calle u otra paseando. Levantar la mirada en el autobús. Hablar con otra persona.

Conocemos nuevos amigos. Dejamos escapar a otros. Encontramos trabajos mejores, o quizás incluso los perdemos. Comemos mejor o peor, dependiendo de lo que vemos y lo que decidimos desde la calle.

Encontramos a una persona con la que, simplemente, nos gusta estar. Cuando estamos con ella, nos damos cuenta de que no necesitamos nada más en la vida. Sencillamente estar. A veces, la dejamos ir, pensamos que no puede ser. Otras, las menos, decidimos afrontar la situación. Buscamos esa mínima probabilidad de que sienta lo mismo que nosotros. Es una posibilidad tan pequeña. Lo pasas tan mal.

Afortunadamente, a mí me tocó. Entre ese millón de oportunidades la encontré a ella. Y entre ese millón de probabilidades, ella me encontró a mí. Me aceptó.

Uno entre un millón. Y fui yo.

Te quiero.

àlex

Las esperanzas aún viven, los sueños nunca mueren Seguir leyendo...

miércoles, 2 de septiembre de 2009

La venganza del cuerpo

El lunes ya me levanté con problemas de estómago. De hecho, ni desayuné, ni comí. A media tarde, un sandwitch de jamón york y, para cenar, atún a la plancha.

Me sentó bien. El martes me levanté bien. Sin recuerdos del día anterior.

Llegué a Horsham y nos fuimos a comer a una pizzería. Creo que aquí frecuentamos demasiado la comida italiana. No pude resistir la tentación y pedí una Diavolo. En principio podrías pensar, por el nombre, que debe picar como el demonio, pero no, apenas pica. Algún que otro punto de la pizza tiene cierto recuerdo a lo que debería ser el picante, pero no llegas a llorar, señal inequívoca de que no pica.

Peeeeero... claro, no podía ser otra cosa. No picaba. Pero me sentó como un tiro.

Te cuento. Por la tarde estaba bien. Sin problemas. Si bien es cierto que me notaba cierto "glu-glu" en la barriga. Al llegar al piso para cambiarme e irme a Crawley para la celebración que te comentaba ayer, me noté peor. Hasta el punto en que me plantee no salir. De hecho, debería haberme quedado en casita. Igual no me lo hubieran perdonado.

Quedamos en el restaurante Blue India, en Crawley, en la calle de los pubs. Allí pedí un plato suave "Chicken Tikka Massala", bueno, creo que siete de ocho pedimos aquel plato. Unas cervezas (la cobra grande, la de cerca de medio litro) y algo de pan indio que ellos llaman papadon o algo así. Echamos unas risas, no podía ser de otra manera. Recordamos fiestas pasadas. Brindamos por los que celebraban. Yo notaba que la cosa no iba bien.

Después, nos fuimos al antro de vicio y perversión que es el Bar Med, al final de la calle. Allí no te puedes imaginar la de gente que se mueve. De todo tipo. Con poca ropa. Es una prueba que hay que superar. Lo bueno es que si vas en nuestro plan, te ríes muchísimo. Parejas gays besándose en medio de la pista. Tías con faldas imposibles que no acabas de entender como pueden moverse. Te sientes observado. Hombres. Mujeres. Yo nunca me como una rosca, así que nadie tiene por que temer nada, a mí, ni se me acercan.

Pidieron una ronda. Un destornillador para mí. Pura garrafa. Alcohol puro. Acabo de hundir mi estómago en la más triste miseria. De ahí en adelante, hasta casi la hora de cerrar, fui cayendo poco a poco... Hasta que pedí la hora como los entrenadores de fútbol que van ganando por la mínima y quieren que se acabe el partido.

Ayer no fui muy buena compañía. Soy humano. No puedo estar siempre bien.

Ayer tuve la venganza de mi cuerpo. Por algunos excesos. Se acordaba de la última en UK.

El taxi de vuelta a Horsham, con aquellas velocidades, por aquellas carreteras oscuras, serpenteantes, rotondas de izquierdas... No ayudó para nada.

He dormido cinco horas y media. Más que suficiente para mí. Sigo notando el estómago raro, pero estoy mejor. ¿Habrá que repetir hoy?

Que vaya bonito,

àlex Seguir leyendo...

martes, 1 de septiembre de 2009

Celebration

Esta noche, nos vamos de celebración. Algunos compañeros tienen cosas que celebrar, a nivel profesional, así que poco voy a escribir hoy. Tenemos que coger el tren dentro de 30 minutos y me voy.

Te dejo una canción que viene que ni pintada para esta noche. Un clásico. No es vieja. Siempre va bien. Anima.

Si hoy has tenido un mal día, has estado "plof", o lo que sea, espero que te haga subir algún entero tu moral.

Mañana te explico.



Que vaya bonito,

àlex Seguir leyendo...