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miércoles, 30 de junio de 2010

Arbeit macht frei

Cuando me volví a Barcelona, después del periplo inglés, pasé cerca de un mes de vacaciones, desconectando de casi todo. Me fue muy bien.

Pasado ese tiempo, empecé a trabajar de nuevo en el proyecto en el que había estado justo antes de volar a la isla. Ya lo habíamos acordado. Era lo que quería. A todos nos venía bien y yo me reencontraría con antiguos compañeros con los que disfrutaba de buena relación. El solo hecho de estar en Barcelona, ya me parecía un buen regalo, si le añadías el no tener que empezar de cero en alguna parte en la que no te conocían, ya era para nota.

Cuando empecé a trabajar, le envié un correo electrónico al que yo he considerado siempre mi "Rol model" o modelo a seguir dentro de la compañía. Sí, es así. No engaño a nadie. Yo, de mayor, quiero ser como él (tiene más o menos mi edad). Su contestación, entre otras cosas que no voy a poner aquí, me decía:

"Bien que vuelvas al tajo. “Arbeit Macht Frei” (otra entrada para tu blog si descubres lo que significa)."

Esto era un veinticinco de febrero, de este año. Debo reconocer que no tenía ni idea de lo que significaba esa frase, así que me puse en contacto con N., una buena amiga a la que conocí en otra etapa profesional y que, a pesar de no ser alemana, domina el idioma de una forma impecable.

Ella me contestó lo siguiente al preguntarle por el significado de esa frase:

"El trabajo te hace libre...

Es lo que ponían los nazis a las entradas de los campos de concentración... Y dentro de poco lo pondrán en la puerta de XXXXXXXXX... jajajaja
"

Estuve buscando entonces en Internet, cuando tuve un rato, y sí, era cierto, ese mensaje estaba escrito en la entrada de algunos campos de concentración nazis.

Desde ese día, han pasado cuatro meses, en el que le he encontrado todo el significado a esa frase. Me he dado cuenta de que nunca una frase había sido tan premonitoria para aquellos seres humanos que fueron exterminados, y tan sumamente dolorosa incluida en el contexto profesional de nuestras vidas.

A mí, realmente, el trabajo en el nuevo proyecto fue el que me hizo libre. Sin ese nuevo proyecto, no podría haber vuelto a mi casa trabajando en la misma empresa. Pero si practico un poco la introspección, me doy cuenta de que la frase, en sí misma, es una gran contradicción.

Hagamos lo que hagamos, nunca somos libres. Trabajamos para ganar un poquito más. Trabajamos para que los nuestros puedan tener una vida un poco mejor. Trabajamos para tener más dinero. No encontramos el equilibrio. Seguimos trabajando, horas y más horas, para conseguir un poquito más. Al final, trabajamos para pagarnos una mejora en la vida que nos ayude, mañana, a curar la vida que nos hemos dejado en el trabajo.

Creo que libre es aquel que no tiene ningún apego hacia nada. Aquel que hoy está aquí, y mañana allí. Aquel que sólo dispone de lo que lleva encima, en una mochila. Él es el único que es realmente libre. Los demás, por mucho que nos empeñemos, estamos subidos en una barca de rafting, controlada por una multinacional, en la que remamos sin saber exactamente hacia dónde vamos...

Sigo creyendo en la parte positiva del contexto de la frase que me envió E. Creo que pensar así, me hace un poco más libre...

Que vaya bonito,

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martes, 29 de junio de 2010

Relax en el camping

No hay nada más bonito que ir de camping... Bueno, sí, vale, hay infinito más dos cosas más bonitas que ir de camping, pero según las circunstancias, es una liberación absoluta, te lo aseguro.

Cuando tienes entre los dieciséis y los veinte años, las oportunidades del ligoteo son bárbaras. Practicas idiomas por un tubo, ya que en estos recintos, puedes hallar la más variopinta diversidad de nacionalidades. Es genial, la química que aparece en la piscina... Ese correr por las noches a la caza y captura del extranjero/extranjera de turno a ver si puedes hacer manitas sin que te vean tus conocidos... [Aquí va un suspiro]

Pero como te comentaba, todo depende de las circunstancias en las que te encuentres. Cuando se trata de familias con niños, la cosa varía y mucho.

Allí llega una relativa despreocupación. Te coges un bungalow (lo de que coger un bungalow no es ir de camping, lo discutimos otro día) para toda la familia. Vas acompañado por más amigos que estén en tu misma circunstancia, es decir, con niños; eso sí, en diferentes bungalows. A partir de ahí, empieza la liberación.

Los niños, todo el día en la calle, con sus bicis a todas horas en medio del camino, lo justo para que otros precavidos conductores, se bajen a apartarlas con cariño y hastío a la vez. Juegan a fútbol. Todo el día fuera. Tú, todo el día marcando el bañador, la camiseta, las gafas de sol y las chanclas... El conocido como "Uniforme oficial de las vacaciones de camping".

Se levantan por la mañana y a la calle. Desayunan en el porche del bungalow. Tú, puedes leer hasta el periódico. Te quedas en la mesa hasta que te cansas de estar sentado y hablando con los amigos. Mientras, los niños corren, ríen, juegan...

Vas un rato a la piscina. Juegas con ellos. Ahí, un poco más de responsabilidad y menos liberación, hay que vigilar que no se ahoguen y que no le den un balonazo o no mojen a la señora maquillada en plan sábado noche y que lleva un bañador de diseño a juego con un pareo y unas zapatillas.

Te vuelves al bungalow. Preparas un aperitivo a base de vermut negro, berberechos y unas olivas. Mientras lo tomas, preparas una sangría de tres litros, de aquellas que se hacen en una olla o en un cubo, con un kilo de cubitos de hielo. Costillada, paella... lo que sea. Todo combina con la sangría de cava.

Después de comer, los niños siguen corriendo. Tú, si te dejan, te echas una siesta hasta las seis de la tarde, en que vuelves un rato a la piscina. Vuelves, te lías, con calma, a pensar en la cena. Sin machacarte, que luego vienen las agujetas de pensar: Unos biquinis (bocadillo caliente de pan de molde, jamón york, queso y mantequilla), unos frankfourts... A lo sumo, una tortilla de patatas. Por la noche, cerveza o un buen lambrusco fresquito, eso sí, del rosado, que no te engañen con otro...

Los niños siguen jugando. Te pones a echar la partida de cartas. Algo ligero, un póquer. Los niños vienen al verte jugando, pero se cansan y se duermen. Tú puedes seguir hablando, jugando y, sobre todo, bebiendo, hasta altas horas de la mañana, porque los niños, como se han acostado tarde, no madrugarán...

Por la mañana vuelta a empezar. Llegas a un estado de relax absoluto, o debieras, si no lo consigues, quizás esto del camping no es para ti.

No te líes con hoteles, apartamentos o cualquier otra cosa... Lo suyo es el camping, en buena compañía, eso sí...

Voy a pensar en las vacaciones, a ver si llegan pronto...

Que vaya bonito,

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lunes, 28 de junio de 2010

Fobias

Vaya por delante que no me quiero reír de las fobias, ya que sé que se pasa muy mal cuando uno padece un problema de ese tipo en sus propias carnes.

Yo, afortunadamente, no tengo más que pequeñas fobias que son las más comunes entre los habitantes de este planeta, vaya, fobia a hacienda, a la suegra y esas cosas.

Por norma, las fobias tienen nombres que en algunos casos a lo único que te llevan es a pronunciar una palabra al cuarto o quinto intento, porque el que le inventa el nombre a estas cosas, parece que tenga fobia al idioma normal y corriente de la calle.

Por ejemplo, hay quien tiene fobia a los cacahuetes. Sí, a las cáscaras de cacahuete. Al parecer, el que lo padece, tiene autentico terror a que se le queden pegadas en el paladar. A esta fobia, le dan el nombre, agárrate, de "Araquibutirofobia". No me preguntes, porque no tengo ni la más remota idea, si es a la cáscara dura o a esa de color marrón que tienen cuando ya están pelados.

Otra fobia que creo que padecen muchos españoles, es la "Fronemofobia". Esta consiste en un miedo horrible a pensar. A mí me da la sensación que comparto mi vida profesional con muchas personas que padecen esta enfermedad y ni siquiera lo saben. Tienen todos los síntomas, porque hacen las cosas de una manera, que lo primero que se te pasa por la cabeza es que no lo ha pensado. Tú ya me entiendes, sobre todo si te dedicas a lo mismo que yo, pero seguro que, te dediques profesionalmente a lo que te dediques, puedes señalar con el dedo, sí, está feo, a más de uno de tu oficina.

Una fobia muy inglesa es la que se basa en un miedo atroz al Viernes 13 (aquí, sería el martes 13). Es esa gente que ese día, se queda en casa metido en la cama, tapado hasta la cabeza con la sábana, y no se mueve hasta que ya pasa al sábado 14, en que supongo que lo que hace es irse de pintas con los amigos hasta reventar, por aquello de celebrarlo. Esta fobia recibe el maravilloso y sencillo nombre de "Parascevedecatriafobia".

Seguro que conoces a alguien que nunca jamás te dice su edad verdadera. En el facebook hay montones de personas que se niegan a publicar su año de nacimiento. Supongo que tienen un miedo atroz a envejecer, o a que los demás les vean viejos. Seguro que recuerdas a la nunca bien ponderada Saritísima (Sara Montiel) que lleva ya no sé cuantos años cumpliendo sesenta y pico, y eso que creo que participó en la primera película en blanco y negro que se rodó en el planeta. A estas personas, se les dice que padecen "Gerascofobia".

"Hexakosioihexekontahexafobia". Va, con dos cojones, intenta decirla sin trabarte y a la primera. Yo no lo he conseguido, pero tampoco me avergüenzo. Total, ese pedazo de nombre para decir que te aterra el número asociado a Lucifer, el 666. No sé, le podrían haber puesto "Tripleseisfobia", ¿no? Juas

El cabrito que pone estos nombres debería padecer "Hipopotomonstrosesquipedaliofobia", que es miedo a las palabras largas, pero no, él tenía que padecer otra fobia que no fuera esa. Si es que la naturaleza da pan al que no tiene dientes.

Hay infinidad de nombres divertidos y fobias más divertidas todavía. Bueno, divertidas si lo ves desde fuera, porque al que lo padece le cambia la cara. Yo tengo un buen amigo que tiene fobia a las olivas. Sí, a las olivas. Hasta el punto que, si vas a hacer una barbacoa y al que manipula la carne, le ha visto antes tocar una sola oliva, ya no come. Vamos, te ve coger un bote de olivas, cerradito, con las manos, y da media vuelta como alma que lleva el diablo. Reconozco que me río y me lo tomo como divertido, pero pensándolo bien, me doy cuenta que estoy hecho un cabroncete y no debería cachondearme de él, porque lo pasa francamente mal (T., desde aquí, mil perdones por lo hecho, mil perdones por lo que te haré, y un gran abrazo).

Lo dejo aquí. Si quieres saber más, y no tienes fobia al Google, que te aseguro que hay muchísima gente que parece tenerlo porque te pregunta cosas que podría buscar fácilmente él, pon la palabra "fobia" en el buscador y disfruta del paseo.

Que vaya bonito, con o sin olivas,

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miércoles, 23 de junio de 2010

Nit de Sant Joan

Si tuviera que quedarme con una noche de entre todas las del año, seguro que la seleccionada sería la de hoy, veintitrés de junio.

Si echo la mirada hacia atrás, gran parte de los mejores recuerdos tienen que ver con la noche más mágica del año, la verbena de Sant Joan (aquí la llamamos "revetlla").

Lo menos que hago es esbozar una gran sonrisa pensando en casi todas estas noches. Sobre todo, la parte de mi adolescencia y de los veintitantos. Ahora, las cosas ya las tomamos más en familia, y procuramos que sean un poco más "light". Si me conoces, ya sabes a qué me refiero.

Esta es una de las noches más cortas del año, en las que se dan cita el fuego y la pólvora. Un fuego que se utiliza para ahuyentar a los seres imaginarios que en esta noche campan a sus anchas por doquier.

Se la conoce por "La nit del Foc" (la noche del fuego) o "La nit de les bruixes" (La noche de las brujas). En definitiva, tiene una gran componente mágica, uniendo ese fuego con los espíritus y una de las noches más cortas del año.

De cualquier manera, es una noche de las que recuerdo cálidas, en un chiringuito en la playa, con unas caipiriñas o mojitos en la mano para ir contándolos a sorbitos, escuchando "Labana", de Alejandro Sanz. ¿¿¿Lo estás viendo??? El mar de fondo, gente bailando tranquilamente, besándose, la brisa, el calor de principios del verano, las luces y esa música... Solo de pensarlo se me están erizando la piel.

No te voy a contar más detalles de mis noches de "Sant Joan", no estaría bien, y hay secretos que hay que guardar y mantener ahí, en ese recuerdo que tanto nos gusta visitar de vez en cuando con los amigos con los que disfrutamos de esos momentos...

Hoy tiraremos algún petardo, comeremos la tradicional coca de Sant Joan, de "llardons" o de frutas... ambas, qué demonios. Encenderemos una gran fogata, reiremos, beberemos, disfrutaremos de una de las noches más cortas del año...

Ahuyentaremos a los espíritus... Creo que este año, lo necesito más que nunca...

¿Te vienes?

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viernes, 18 de junio de 2010

Burka: ¿miedo o intolerancia?

El debate del burka empieza ya a ser un poco cansino. Ya no sólo en este país, sino en el marco de Europa.

Parece mentira que tengamos que estar deliberando durante tanto tiempo con un tema que, a mi juicio, es más fácil que todo eso.

No sé si has tenido la oportunidad de poder viajar a algún país de mayoría musulmana. Yo pude hacerlo, allá por el año 97. Era una época un tanto convulsa. Nosotros fuimos a Egipto. Un lugar maravilloso con unas gentes todavía más maravillosas. Lamentablemente, ellos también tienen su propia lacra, como nosotros, y los turistas íbamos siempre acompañados por la denominada policía turística, que no es que te dieran mucha confianza llevando a tu lado un fusil más grande que ellos, pero parecía que se preocuparan.

Pues bien, estando por aquellas tierras, lo pasábamos un poco mal en el momento en que miraban a las mujeres de un modo que se podría calificar como "diferente" cuando iban con faldas cortas y camisetas de tirantes por la calle. Es cierto que a nosotros nunca nos dijeron nada, pero a veces la situación se tornaba un tanto incómoda. Si a eso le sumabas en algún momento que una de ellas fumara, entonces sí que les decían algo que, por fortuna, no entendíamos.

El día que acudimos a uno de sus edificios "religiosos", del que sacaban dinero a los turistas por visitarlo, fue cuando nos quedamos un tanto más sorprendidos, porque obligaban a las mujeres a cubrirse la cabeza con un pañuelo. Creo que en países como Irán, las turistas tienen que ir todo el día así, tapadas. Es cierto que aquí, en Barcelona, si los turistas entran en un edificio religioso, les piden que lo hagan con ropa que no impacte en el decoro que se supone en un lugar así, pero creo que no son tan exigentes.

En una palabra, cuando vamos a un país musulmán, nos "ruegan" que cumplamos con sus costumbres y las mujeres, sólo ellas, tengan que "amoldarse" a lo que su ley-religión dictamina.

Ahora, se lía aquí cuando se pide lo mismo, es decir, que cumplan con las costumbres locales. Además, con el miedo que existe a los terroristas que se hacen llamar "defensores de la religión", la cosa se complica. Estoy seguro que si intento entrar en un juzgado con un pasamontañas, no van a dejarme entrar porque no se me ve el rostro.

Estoy de acuerdo que debemos ser todos tolerantes con las costumbres de los demás, siempre y cuando no haya obligaciones, porque nuestros derechos acaban dónde empiezan los derechos de los demás. No debemos nunca imponer nada a nadie, debemos intentar empatizar con cualquier tipo de comunidad que se una a nosotros como nos gustaría que ellos lo hicieran. No debemos demonizar a nadie por un motivo de costumbres ni de religión, siempre y cuando no atente contra nadie, pero por favor, acabemos pronto con esto, lo único que hace es romper una sociedad que ya no anda muy fina en sus relaciones internas.

Con esto, sólo doy mi opinión personal, que, y repito, está basada en la tolerancia hacia los demás. Debemos ser todos así, integradores, tanto los que ya llevamos aquí años, como los recien llegados, que también tienen que integrarse en nuestra sociedad sin intentar imponer absolutamente nada por mucha religión que haya implícita.

Suerte ahí fuera,

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jueves, 17 de junio de 2010

Regala vida

Casi todos los días, por no decir todos, escuchamos desgracias, ya sean pequeñas o grandes. A veces, nos aislamos en nuestra burbuja y nos olvidamos de todas ellas. Olvidamos a todos los seres humanos que padecen sufrimientos extremos día tras día.

Esas personas, en su mayoría, no piensan más allá del día en el que viven. Sus planes de futuro pasan por amanecer vivo al día siguiente y poder encontrar la forma de poder alimentar a sus familias.

Lamentablemente, infortunios hay de todos los tipos y colores.

Para mí, como padre, la mayor desgracia que te puede ocurrir es algo relacionado con uno de tus hijos. Creo que nada puede compararse a eso. Cuando están enfermos, cuando no puedes darles de comer, en definitiva, cuando les ves sufrir sin poder hacer nada por acallar sus lamentos, puedo imaginar que tu corazón se desgarra en el mayor de los dolores que un ser humano puede soportar.

Te cambiarías inmediatamente por él. Si pudieras, alzarías tus manos sobre él para absorver todos sus males y hacerlos tuyos.

El otro día escuchaba a unos padres que pasan por una situación así. Debe ser horrible. Ella sufre una enfermedad que, a la larga, y usando términos un poco más científicos, no es compatible con la vida. La única cura para esa enfermedad es un trasplante de médula ósea.

Son un caso entre muchos. En este caso, se trata de médula ósea, algo que se puede donar en vivo como la sangre. Hay otros órganos que, para ser donados, precisan, lamentablemente, de otra desgracia.

Tengo claro que, una vez que la vida abandone mi cuerpo, no necesitaré ninguno de los órganos que en él viven. Mi deseo es donar todo aquello que se pueda aprovechar, incluso el cerebro, que posiblemente, al estar poco usado, será de gran ayuda a alguien que lo quiera.

Bueno, bromas aparte, hoy quiero animarte a que te hagas donante. Quiero animarte a que, al menos, eches un vistazo a la "Fundación Josep Carreras" contra la leucemia.

Fundació Josep Carreras contra la leucemia

Con una sencilla prueba podemos salvar una vida. Creo que no deber haber nada mejor que ayudar a que otros puedan vivir…

Algún día me puede pasar a mí. Algún día te puede pasar a ti.

Que vaya bonito,

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miércoles, 16 de junio de 2010

Ratoncitos del mundo, respirad tranquilos

Leo en una noticia de un diario nacional que siguen investigando para hallar una vacuna contra el virus H1N1, ese cabroncete que nos ha hecho temer lo peor recientemente, llegándose a decir que el circo se venía abajo.

Eso está bien, porque con estos cambios de tiempo, parece que nuestro diminuto enemigo hace su agosto y sigue machacando al personal Yo ya estoy cruzando los dedos para no pillarla, si es que no lo hice ya hace un mes, porque debo reconocer que, en mi mala racha, últimamente lo pillo todo.

Seguro que ya te estás preguntando que para qué te cuento todo esto hoy. No es que no sepa de qué escribir y me fuerce a ello, pero el titular de la noticia no ha hecho sino que esbozarme una sonrisa, algo que, en estos últimos días, pocas cosas lo conseguían.

El titular en cuestión dice así:

"La vacuna contra el H1N1 protege a los ratones contra la 'gripe española'"

Supongo que ya estás sonriendo, como he hecho yo. Entiendo que Mickey Mouse, Jerry y Speedy Gonzáles deben estar dando un respiro de alivio en alguna parte de nuestro imaginario. Los ratones ya pueden respirar tranquilos con esta noticia, porque la maldita gripe ya no les afectará. Ahora saben que se pueden acercar a su Centro de Atención Primaria a que les vacunen gratis, sean de aquí o estén de paso.

Entiendo que estas noticias son un gran avance para la comunidad científica y que da esperanzas para conseguir en un futuro una vacuna que pueda ayudar a la raza humana a eliminar el sufrimiento que causa la gripe. A nosotros, los afortunados del llamado "primer mundo" igual nos importa poco, porque nos limitamos a pasar la enfermedad en casa, ya sea en la cama, o sentados en el trono para aliviar nuestros problemas intestinales; pero en el "otro" mundo, la gente incluso muere por las consecuencias de este virus.

Pero yo, prefiero sonreír un poco, que es gratis, con los titulares de nuestros amigos los periodistas, que no se si lo hacen a posta para que algunos descerebrados podamos escribir unas líneas o si lo hacen de forma totalmente involuntaria porque, sencillamente, les sale así.

Ratones del mundo, felicidades, ahora os tenéis que preocupar de una enfermedad menos.

Que vaya bonito,

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martes, 15 de junio de 2010

Pronto nos olvidamos de la crisis

Qué poco hace falta en este país, para que nos olvidemos de lo mal que lo estamos pasando. Le das a las masas su droga, nuestra droga, y todo parece ir bien.

Aunque empezamos a ver, a lo lejos, las orejas del lobo de una huelga general, con esto del mundial, se nos acaban todos los males. Por cierto, qué grande lo de la maravillosa huelga general. Es lo que necesitamos en estos momentos (esto ha sido un sarcasmo). Yo no entiendo mucho de política ni de reformas laborales, pero algo me dice que hacer un parón general con esta crisis, no es la solución, quizás existan otras, no lo sé, pero la huelga general, acabará como un lamparón (otro) en el traje del gobierno, poco más, no creo yo que vayamos a conseguir mucho. Además, visto lo visto recientemente, no auguro un gran seguimiento, la gente no está como para perder el sueldo de un día por algo en lo que no se cree.

Pero volvamos al tema. Ayer, en los informativos, aparecía el camarero de un bar que decía algo así como que la crisis había desaparecido, que la gente iba al bar y se gastaba una pasta en cervezas y tapas. Decía, incluso, que triplicaban caja.

Es para mear y no echar ni gota. La gente va llorando por las esquinas. A todas horas, resuenan con eco las palabras crisis, paro y ERE, pero llega el fútbol, y se acaba todo. A gastar, al bar a ver el fútbol con los amigos. A mí me parece una terapia genial para olvidar los malos momentos, pero no podemos atentar contra la coherencia. No podemos llorar por la mañana y aullar y beber por la tarde. Parecemos ya la gata Dora.

Estamos en manos de unos desalmados, los que gobiernan, que conocen perfectamente la mejor medicina para que nos olvidemos de los problemas que nos acarrean durante unos días, y se aprovechan todo lo que pueden. Aparecen en los medios animando a la Roja y animándonos a nosotros para que la sigamos y, por qué no, también la animemos.

Mañana juega nuestra selección, la Roja, esa que marcan como favorita a ganar el título, esa a la que le van a dar unas primas que solventarían muchos problemas de base de este país. No quiero ni pensar lo que sucederá mañana en los bares. Si triplican cajas con partidos tan aburridos como el de Italia, en su línea, mañana multiplicarán por veinte. A las cuatro de la tarde, seguro que el país se paralizará, más que con la futura huelga general. Si no, me lo cuentas cuando pase.

Somos los españolitos de toda la vida. Seguimos con esta crisis de confianza, que hace que en vez de gastar, ahorremos… Y al parecer mucho. En cuanto nos ponen un partido de fútbol, perdemos el norte y rugimos como condenados en pos del ansiado triunfo de once tíos que no conocen la crisis. Once tíos que hacen lo que más les gusta (y me alegro) y, por qué negarlo, nos hacen disfrutar e ilusionarnos durante noventa minutos, olvidando las amarguras del trabajo y las desavenencias personales.

Por mucho que hayan dado la vuelta a la tortilla, y digan que el dinero de las primas viene de entidades privadas, sigo pensando igual. Que sí, que ya han jurado repetidas veces que la RFEF aplicará la retención del cuarenta y pico por ciento a todos los jugadores. Que esa retención irá a las arcas del estado para que algún manirroto se las fume en cualquier esquina o se compre un chalé en alguna sierra de este magnífico país. Me da igual, se me sigue antojando que es un insulto a nuestra ética (pobre) y nuestra moral (ya casi inexistente) y, por eso, aunque voy a disfrutar como un enano siguiendo a la Roja, seré un cínico y un hipócrita y diré que no quiero que ganen si les van a soltar esa morterada.

Como dice la canción "A por ellos" (que son pocos y cobardes)

àlex
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lunes, 14 de junio de 2010

Easy Does It

Antes de que me digas nada, la traducción vendría a ser "Fácil de hacer"…

En más de una ocasión, alguien muy cercano a mí me ha dicho que siempre veo las cosas de una forma muy diferente, que para mí, todo parece fácil… Bueno, quizás no todo el monte es orégano (toma ya, primera contradicción a mi entrada), pero en general, las cosas sí que son fáciles.

Si en este momento tú eres quien yo creo que eres, igual estás gesticulando un “oh” bien grande. Y ese “oh” vendrá dado porque a veces doy la sensación de complicarme un poco demasiado la vida. Pero como siempre, son sensaciones. Está claro que yo también tengo mis malos momentos, incluso puede que ahora esté pasando por uno de ellos, pero prefiero pensar en positivo.

Creo que pensamos demasiado antes de hacer algunas cosas que deberíamos hacer exactamente sin ser consecuentes. Hay que tirarse a la piscina, total, si eso que estamos buscando, ya sabemos que no lo tenemos, lo máximo que podemos sacar es algo positivo, y lo peor, quedarnos como estábamos. Eso sí, hay que hacerlo bien, tampoco hay que comportarse como un elefante en una cristalería.

¿Sabes qué? Soy feliz.Cuando estás cerca de los cuarenta, se supone que ya eres más reflexivo y que tienes tendencia a valorar las consecuencias de tus actos. Yo, por fortuna o por desgracia, sigo sin valorarlas demasiadas. Igual estoy demasiado pagado de mí mismo, quién sabe, pero no puedo quejarme de cómo me va la vida. Tengo claro quiénes son mis amigos y dónde están, esos amigos que cuentas con los dedos de una mano, y, hasta ahora, no me he llevado ningún chasco con ninguno, será que no lo estoy haciendo tan mal.

Ser irreflexivo tiene sus cosas buenas, por ejemplo, el de hacer que todo fluya y sea más fácil, o al menos lo aparente. Ves algo, lo coges. Quieres decir algo, lo dices. Quieres escribir, pues escribes, y al que no le guste, que no mire. Así de feliz...

Al hilo de todo esto, dando título a esta entrada, un video de Supertramp, ese grupo genial que te dan ganas de escuchar en casa, tranquilo, con ropa cómoda y… Bueno, ahora sí que voy a ser consecuente y no voy a seguir, que luego todo se sabe.




Hazlo fácil, es “Fácil de Hacer”.

Que vaya bonito,

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sábado, 12 de junio de 2010

Qué hace ZP en casa del Papa

No me jodas, seguro que tú te has hecho la misma pregunta.

A ver, una cosa, es la diplomacia, en la que a veces, hay que tragarse sapos y culebras con el fin de conseguir llegar a buen puerto cuando dos posiciones están algo distanciadas. Pero otra, en mi opinión, muy diferente es lo de que nuestro querido Zapatero, vaya a ver al líder de la Iglesia católica.

Me enteré, para no engañarte, en el programa de Buenafuente. En principio me lo tomé como un chiste, pero luego, viendo que seguían y seguían, me di cuenta de que era totalmente cierto. Claro, lo primero que pensé fue: "¿Qué hace ZP en casa del Papa de Roma...?"

Es para mear y no echar de gota. En primer lugar, nuestro estado es laico, con lo cual, entiendo que si va a ver al Papa, debería ir a ver a tooooooooooodos los líderes mundiales de otras religiones que empiezan a abundar en nuestro país. De cualquier manera, nuestro presidente, es SOCIALISTA... Joder, si ya cuando estudiaba yo recuerdo perfectamente que son totalmente anti-religión.

Lo siguiente que te planteas es: vale, ha ido, se ha sentado con él... ¿Y ahora de qué van a hablar estos dos grandes líderes?

Yo dudo mucho de que se hayan puesto a charlar del tiempo, ni que Zapatero se haya tirado a la piscina y se haya confesado... ¿Habrán mantenido una conversación sobre la casilla de la declaración de hacienda en la que puedes dejarle un pellizquito a la Iglesia? Porque otra cosa... A ver, Zapatero no le va a sacar temas de actualidad como la ley del aborto, el matrimonio gay, la eliminación de los crucifijos en los colegios públicos, la pederastia... No sé, es que sigo sin verlo.

Seamos serios, ¿qué demonios, uy, perdón, hacía este señor con el Papa de la Iglesia Católica Apostólica Romana? ¿Que interceda para que Rajoy deje de tirarle puyitas en el congreso? "No paraaaaaaaaaaa" (aquí, señalando y llorando). Es que si no, no tengo ni idea... Porque para quedar bien no habrá ido. Yo soy el Papa y le meto dos collejas, una al entrar y otra al salir.

A mí realmente me la pela, pero es que ya no sé como ocultan estas cosas los padres a sus hijos adolescentes. ¿Qué tipo de valores les vamos a dar si un socialista se reúne con el Papa de Roma...? ¿Cómo se lo explicas? Creo que es más fácil explicarles cómo llegan los niños al mundo "Papá pone una semillita en mamá... Y LA EMPUJA CON LA PO..".

Que vaya bonito,

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viernes, 11 de junio de 2010

Mala racha

Esto de las llamadas malas rachas, es un auténtico coñazo. Tengo una amiga que, precisamente ahora, lo está pasando mal. Esta puñetera crisis está machacando a mucha gente. Parece que siempre nos queda un poco lejos, pero algunos lo están sufriendo hasta los huesos. Sus proyectos no despegan como quisieran, y en algún momento, piensa en arrojar la toalla.

Yo también tengo mi pequeña crisis particular, aunque en este caso, está siendo de salud, pero sé que remontaré, esto no es más que otro bache en el camino, de los muchos que pasamos a lo largo de nuestra vida.

Yo estoy animado. La primera semana fue la mala, ahora, a pesar del malestar y de seguir sin poder usar demasiado el sentido número uno (a mi juicio), estoy ahí, contra viento y marea.

Por esa amiga, por darle un poquito de ánimos, por G., hoy comparto este vídeo. A mi me anima, la música es buena y la letra, encima, habla precisamente de caer y volverse a levantar, que es exactamente lo que tenemos que hacer cada día en esta vida que nos ha tocado. Seguro que en un futuro no muy lejano, vendrán buenas cartas.



No desesperes, sigue luchando, sigue peleando por tu sueño... La vida te va a sonreír en cualquier momento, seguro...

Que vaya bonito,

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miércoles, 9 de junio de 2010

Plazas de parking reservadas

Estaba recordando yo… Estos días tampoco tengo nada mejor que hacer, pensar, recordar, darle vueltas al coco… Es lo que tiene que te receten hacer "reposo visual", que no usas mucho los ojos. Un día de estos te explicaré las implicaciones de esta situación, que tenerlas… las tiene.

Bien, estaba recordando yo que, en mi última visita a ese gran fabricante de muebles sueco, que se gasta menos en montadores que tarzán en corbatas. Era un día laborable, vamos, que tampoco cometimos la insensatez de ir junto a las masas un sábado por la mañana. Sabemos que eso es una auténtica locura. El parking estaba medio lleno (sí, optimista, ¿pasa algo?), vamos, que no había excesivo follón.

No sé si has estado alguna vez en un establecimiento de estos señores, pero el que tengo más a mano, tiene una organización del parking interesante. Cerca de las puertas, existen una serie de plazas más anchas. Unas pintadas de color azul y con un símbolo de un señor en silla de ruedas y otras de color rojo con una familia de dos adultos (hombre y mujer, discúlpeme usted), un niño y un carrito con un bebé.

La pintada de azul, hay que ser capaz de reconocerla porque todos los que conducimos hemos nos hemos examinado. Punto. La roja, bueno, quizás hay que ser un genio para entenderla, pero es para familias que llevan un carrito.

Ni una puñetera plaza de esas vacía. Ni una nen. Jodeeeeeer. Piensas. Mira, aquí, por encima de todo, vienen minusválidos y familias con bebés. Claaaaaro. Pero por otro lado, como buen español, te echas una risa corta i seca "ja". No te lo crees ni de coña. Te paseas. Miras. La mayoría de coches, buenos. En las azules, uno o ninguno con su correspondiente acreditación. El resto, en su mayoría, coches de alta gama, vale, no todos, pero tengo que meterme con los ricos tal y como está el país. En las rojas, que no se precisa acreditación, piensas… Joder, cómo está la natalidad en España. Ves varios coches, otra vez de alta gama. Algunos de tres puertas. Aspecto deportivo. No me jodas, ahí no llevan un carrito. Ves llegar a un tío con barba (te lo juro, llevaba barba) con una caja que le cabe debajo del brazo. Va solo. Y el muy… conductor, se mete en un BMW aparcado en la zona de familias.

Hace un tiempo, en otro establecimiento con nombre que recuerda a Inglaterra, dejé yo la moto cerca de la puerta, sí, ventajas de ir en moto. Allí, una plaza de aparcamiento pintada de azul, con la preceptiva señal… Pues llega una señora con un BMW, aparca, la miramos todos. Se baja. La seguimos mirando. Nos mira, cierra el coche y se dirige a la tienda. Ahí, me entraron ganas de gritarle un "oooooolé" pero reconozco que me faltó valor, por no decir que me faltaron huevos.

Luego voy yo, y me da vergüenza aparcar en esas plazas. Siempre soy el típico gilipollas que se comporta bien. En otros países, es lo normal, aquí, no. Aquí, el que no corre vuela, y a la gente le importa un huevo loco lo que estén pasando los demás. Cada uno a su puta bola pasando de todo. ¿Alguien les dice algo? Pues no. El segurata te mira mal a ti si llevas una bolsa cuando entras, pero a estos, se lo permiten todo…

Qué país señor, qué país…

Que vaya muy bonito!!!!!

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lunes, 7 de junio de 2010

Amores imposibles

Aaaay, el amor… Qué bonito es el amor…

Vale, vale, sí, seguro que ya había empezado alguna otra entrada igual, pero no me jodas, que mola un montón empezar una conversación así… Sobre todo si estamos entre amigos, como aquí.

¿Y a qué viene? Pues fácil. ¿Te has fijado en las series de TV? En todas o en casi todas, explotan el amor, independientemente del tema central de la misma. Ya sea de policías, de médicos… Joder, ahora no se me ocurren otras… A ver, las que yo veo: Bones, House, Anatomía de Grey, CSI, El Mentalista, Castle (esta la he descubierto hace poco)… Joer, todas son o de médicos o de policías. O bien son los dos temas que me gustan, o realmente las series se centran en ese tipo de historias…

Bueno, qué más da, a lo que voy, que en todas se explota un tema que me he dado cuenta que es la mantequilla de la tostada (sí, sigo en plan romántico, pero es que estoy hablando de amor). Creo que al final, lo de menos es si es de polis, de médicos o de bomberos. Al final, lo que hace que nos enganchemos a ese tipo de series es la química entre un hombre y una mujer.

Si te fijas bien, en todas, sin excepción, existe un atisbo de relación romántica entre, al menos, dos de sus protagonistas. Una relación que nunca llega a consumarse. Siempre, o casi siempre, al final de las temporadas, te venden el último capítulo como la culminación de ese amor. Ese capítulo tiene un tráiler que anticipa ese beso, ese abrazo, esa declaración… Que, por supuesto, siempre está sacado de contexto y luego no lleva a nada. Y es ahí dónde nos pillan… siempre. Bueno, el caso de Anatomía de Grey es un pelín diferente, sigue explotando el tema del amor, pero en este caso, de una relación casi imposible, una relación totalmente inmadura que siempre está en la cuerda floja.

Y no sé yo. Eso es pura ficción, porque en la vida real, esas cosas nunca suceden, ¿no? Esas relaciones que nunca llegan a nada, que se quedan en una mera amistad aunque todo el mundo, incluso los implicados, espera algo más, no existen. Porque si existieran, si eso pasara alguna vez, entonces pensaría que la vida es muy injusta al no permitir la felicidad de dos personas, pensaría que el amor, en realidad, es un disfraz químico para el dolor y la desgracia; pensaría que estamos aquí sólo para sufrir, y no para disfrutar; pensaría que alguien me ha engañado…

Paz,

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viernes, 4 de junio de 2010

¡Qué desastre de semana!

Si te dijera que esta semana ha sido un desastre, no te mentiría. De hecho, creo que me estoy quedando incluso corto.

El hecho de no poder usar la vista hace que te des cuenta del esa frase tan típica que dice “No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes”. Sí, vale, normalmente se usa para otras cosas. Lo he escuchado, sobre todo, para hablar de personas, es decir, cuando alguien te abandona (y no precisamente porque le haya pasado nada) y lo pasas mal, siempre hay algún gracioso o graciosa que te suelta esa frase tan simpática.

A ver, a mí que coño me importa lo que me estás contando. A mí me da igual, lo que me jode es lo que me está pasando ahora. Joer con los arrepentimientos. Yo no he elegido la situación por la que estoy pasando en estos momentos.

Pero, bromas aparte, te das cuenta de lo que significa poder usar tus ojos. Estos días, en los que no debo ver la tele, no debo ponerme con el ordenador (te recuerdo que estoy escribiendo sin mirar, aunque ya me hayas dicho por teléfono que no te lo crees), no puedo leer, no puedo salir demasiado a la calle porque hay mucho polen en el ambiente, me molesta la luz, me molesta incluso tener los ojos abiertos, porque cuando pestañeo me duele… Estoy que me subo por las paredes. Ya no sé cuanta música he podido escuchar. Por primera vez estoy sintonizando los canales de música del TDT, cosa que nunca había hecho.

Encima, además de aburrido, estoy algo acojonado… Para qué vamos a engañarnos, llevo ya un mes con esta mierda y los médicos no saben qué decirme. Me dicen que no me preocupe, pero nada más. Pero no voy a contar nada más aquí, que luego todo se sabe.

De momento, las mañanas se me hacen un tanto largas. Estoy solo en casa, sin poder hacer mucho. Igual bajo un momento a comprar el pan, preparo la comida… Poco más. Es lo que tiene la espera. Lo que tiene el levantarte por las mañanas buscando alguna mejoría, mirando a lo lejos, mirando un calendario, pero de momento, parece que es pronto para que mejore. Habrá que seguir esperando, seguir aburriéndose, seguir escribiendo sin mirar…

Que vaya bonito,

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jueves, 3 de junio de 2010

Seiscientos mil Euros

Ahora que estoy así, que no puedo hacer nada, le estoy cogiendo el gusto a escribir con los ojos cerrados. No está tan mal si lo “miras” bien. Al menos, doy rienda suelta a mi cabeza y me entretengo, porque no “veas” lo largos que se me hacen los días.

De cualquier manera, no quiero volver al tema.

Hace un par de días, uno de mis mejores amigos, escribía algo interesante en el caralibro. Para ponerte en antecedentes, decirte que él es uno de esos innumerables investigadores de este país que tienen que ir a ejercer a otros rincones de nuestro viejo planeta porque aquí parecen no interesar.

Se ha establecido lejos de casa. Está haciendo crecer su familia allí, lejos de su tierra. Como otros tantos. Siempre habla de su futura vuelta, aunque cada vez parece más complicada.

Su comentario en nuestra “amada” red social, venía a cuento de los “premios” que van a dar a la selección española de fútbol si gana el mundial. De hecho, empezarán a tener premios si superan los octavos de final.

Por lo que se puede leer en algún periódico, se pueden llevar 600.000 EUROS por cabeza si ganan el mundial. Sí, repito y en letra SEISCIENTOS MIL EUROS.

Ya no voy a entrar en que a unos señores, a los que respeto mucho porque me encanta el deporte, y que ya están cobrando un pastón en comparación con cualquiera, les vayan a dar ese pastón en una época de crisis como la que estamos viviendo… Bueno, sí, qué cojones, claro que voy a entrar…

Este puñetero gobierno, sea del color que sea, está rebajando un cinco por ciento a los funcionarios y a aquellas empresas que trabajan para las administraciones públicas. Nos está subiendo los impuestos. Nos está amargando cada día la existencia y ahora va a soltar la bonita suma de SEISCIENTOS MIL EUROS POR VEINTITRES JUGADORES (seguro que el cuerpo técnico también se lleva una bonita suma). Si multiplicamos, a ver, son TRECE MILLONES OCHOCIENTOS MIL EUROS… ¿¿¿Lo ves claro??? Les van a dar esa pasta por patear un balón en un mundial de fútbol.

Claro, mi amigo no se queja por la crisis, que también podría hacerlo… Él se queja porque no puede volver a este país. Se queja porque si le dieran una beca valorada en TREINTA Y CINCO MIL EUROS como investigador, él se vendría a este país de nuevo y dejaría el lugar en el que se encuentra. Se queja porque con esos TRECE MILLONES OCHOCIENTOS MIL EUROS que les dan a unos tíos que patean balones, podrían dar cerca de CUATROCIENTAS BECAS a gente brillante que haría que este país y este mundo fueran todavía un poco mejor.

Y, por supuesto, que nadie venga ahora con que el dinero no es público y paparruchas de esas. Provenga de dónde provenga el dinero, considero que es éticamente reprobable el hecho de pagar esa cifra astronómica a ninguna persona, y menos por hacer algo que no aporta nada a nadie. Que me dejen de publicidad y del retorno de la inversión, que de esas ya conocemos muchas. Si defienden a nuestro país, que lo hagan porque sienten los colores, y no por dinero, que al final, seguramente sin serlo, les convierte en meros mercenarios al servicio de un estado.

En este país, para cosas serias no tenemos pero “pa mariconas” nos sobra. Que ya lo que me quedaba era escuchar a algún españolito de turno decir que daría CIEN EUROS porque España ganara el mundial. Cien collejas le daba yo a ese españolito por hablar sin pensar.

Que nadie me tache de anti español ni de estupideces de estas que gustan tanto a los políticos y a algún que otro descerebrado, pero lamentablemente, este año, espero que la selección española no llegue a octavos para, así, ahorrarnos un dinero que puedan usar para otras cosas.

Suerte,
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miércoles, 2 de junio de 2010

Queratitis punctata

Hay días que no los olvidas con facilidad. Lo sabes. Días en los que te sucede algo destacable, ya sea por su vertiente negativa o la positiva.

Por infortunios de la vida, hoy te voy a hablar de un suceso que me ha trastocado esta semana, y no tengo claro si tendré que sumar alguna más.

El pasado lunes, después de comer, seguí trabajando. Estaba inmerso en un documento que debía rematar esa tarde. Cuando llevaba media hora, quizás algo más, de trabajo, levanté la vista. Me sobresalté. Todo a mi alrededor había perdido la definición. Todo estaba borroso. Me asusté. Me asusté mucho. Me toqué los ojos, como si me estuviera despertando de un sueño. Todo seguía borroso. Pensaba que no podía ser, que hacía escasamente una hora, veía a la perfección. Había estado viendo incluso la TV en el “Fede”, nuestro restaurante habitual.

Fui a lavarme la cara. Nada. Todo seguía igual. La ansiedad iba haciendo acto de presencia. Dolor de cabeza, náuseas… No era capaz de entender que me estaba pasando, pero, y llámame cobarde, me aterrorizaba. Busqué y busqué, sin saber realmente el qué, hasta que un compañero me detuvo, y me hizo recuperar algo de serenidad.

Acabé en el hospital, como otros tantos días de las semanas anteriores, para ver qué me estaba pasando en los ojos. Me hicieron unas cuantas pruebas. La doctora, que ya me había visitado en otras ocasiones, no tenía una cara muy halagüeña.

El resultado final: “Queratitis Punctata”. Para que te hagas una idea, es lo que me dijo la doctora a mí, piensa en una foto de la superficie lunar, llena de cráteres, pues así están mis córneas, llenas de pequeñas heridas superficiales en forma de puntos. Puede que debida a una infección…

Ahora estoy escribiendo con los ojos cerrados, ventajas de haber hecho un curso de mecanografía en quinto de EGB y llevar tanto tiempo trabajando con el ordenador. El teclado no tiene demasiados misterios, y las faltas, ya las corrige el procesador de textos.

Cuando pestañeo, es como si me clavaran pequeñas agujas en los ojos. Sigo viendo borroso. No puedo ver la TV, no debería estar delante del monitor, no puedo leer. Puedo pasear, pero la naturaleza también está en mi contra y el ambiente está cargado de partículas en suspensión.

Tanto ayer como hoy han sido aburridos. Tumbado en el sofá. Mirando de vez en cuando el correo en el iPod. Las llamadas de mi mujer, mis padres y algunos amigos han sido el aliciente del día. También el ir a ver entrenar, aunque haya sido poco rato, a mi hijo.

El estado de ansiedad por no ver bien, unido al de la ignorancia de por qué me está sucediendo esto y mezclado con las gotas del aburrimiento, conforman un agobio impresionante. El hecho de que me hayan dicho que no tenga prisa por la curación, que lleva su tiempo, y que la mejor medicina es la paciencia, no ayudan demasiado.

Ahora toca esperar a recuperarse, de momento, seguiré aburriéndome, no me queda otra…

Buenas noches y buena suerte,

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