Total de páginas vistas

miércoles, 24 de febrero de 2010

Primer día de trabajo en Barcelona

Hoy ha sido mi primer día de trabajo aquí en Barcelona. Un día de reencuentros. Quizás no han sido tantos como esperaba, pero han sido buenos. También he tenido ya la oportunidad de conocer a compañeros nuevos.

He podido ir a trabajar en mi moto. He tardado poco en llegar. Es una maravilla. Por mucho tráfico que haya, en el cinturón del litoral, puedes ir sin problemas a una buena velocidad. No he tardado ni media hora en llegar. Además, hoy ha hecho un día espectacular.

Me han dado una buena mesa. Justo al lado de una gran ventana. Puedo ver toda la calle desde mi posición. A partir de ahora espero que los días sean soleados, que vayamos hacia el buen tiempo, con lo que podré disfrutar de la localización.

Algunas personas no me han reconocido. Si quieres que te diga la verdad, no sé por qué, con mi edad, tampoco se cambia tanto. Vale, ya no llevo gafas y he perdido algo de peso, pero no creo que sea para tanto.

He vuelto a marcar traje. Antes de salir de casa, elegir traje, camisa y corbata. A ponerse elegante. Cuando me han visto las niñas ya me han alegrado el día. Me han dicho que estaba muy guapo. Eso es el amor de unas hijas por su padre.

Hemos celebrado mi vuelta y hemos ido a comer a "La Escola de Cuina". Un restaurante brutal. Alta cocina a precios asequibles. Pertenece a la escuela, por lo que no te pegan los palos que te pueden dar en los restaurantes de lujo. Te explico un poquito lo que hemos comido por unos 30 Euros por persona:

De aperitivo, nos han traído una tapita de un muslito de pollo crujiente con salsa romesco. No sé exactamente de qué estaba hecho el rebozado, pero estaba de muerte.

De primero, un pica pica, jamón ibérico con "pa amb tomàquet", pintxo de salmón con piña, albóndigas de bacalao, tostaditas de paté con mermelada de fresa, gamba rebozada de una forma muy molona y, de nuevo, salsa romesco para acompañar a la solitaria gamba (era grandota).

De segundo, confit de pato con peritas glaseadas y puré de patatas. Ufff. De esto en UK no comía ni de coña.

Todo ello lo he regado con un par de cañas “Estrella Damm”. Lo sé, feo. Pero estoy en la tierra de la Estrella.

He pasado del postre y me he tomado un café solo, sabiendo que nos traían unas piruletas de chocolate con pasas que están de muerte.

He salido después de las ocho y media de la oficina, pero he venido a casa, en mi moto, vale la pena. El ambiente que me he encontrado en la oficina, además, es el que dejé, de muy buen rollo, sin presiones, sin agobios... Bueno, la presión que te puede dar un buen ritmo de trabajo, pero sin llegar a los malos rollos ni a la confrontación personal derivada de correos o frases ofensivas...

Hoy también me han hecho una pregunta. Ha sido X. Me ha preguntado, no sé por qué, ya que el correo iba de otra cosa, que si para hacer la tortilla de patata frío la cebolla con la patata o por separado. Gran pregunta. Ideal para una mañana de trabajo después de tres de vacaciones. El tío es grande. Sabe como hacerlo. La contestación era sencilla:

"Yo lo frío todo junto, aunque existen corrientes existencialistas que dicen que es mejor caramelizarla en una sartén aparte, a fuego muy lento. A mí, personalmente, no me gusta, sobre todo si lo haces con cebolla de figueres… Siempre hay que buscar algo con un poco más de cuerpo."

Mañana... más.

àlex

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Home! Ja sé on quedarem a dinar amb l'Alberto! Divendres 5 no podrà ser, perquè ja tinc un altre dinar, però mirem de quedar per al 12!

    Per cert, vigila amb la moto! T'ho diu un motard enamorat de la seva "burra".

    Enric

    ResponderEliminar