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viernes, 27 de abril de 2012

Gracias Pep... ¿Por qué?

La vida no es justa. Es un hecho irrefutable. Mires en la dirección que mires lo ves. No se trata ni siquiera de una mera percepción, se sufre.

Ayer falleció un compañero de trabajo. Ni siquiera he tenido la oportunidad de conocerle. Estaba iniciando la cuarentena, igual que yo. Se fue a dormir y su corazón se resquebrajó en un infarto... Ya no se despertó.

Hoy, en otro orden de magnitud de la tragedia, el Instituto Nacional de Estadística ha publicado los resultados de la Encuesta de Población Activa (sí, la famosa EPA). Ha dejado unos números que producen auténticos escalofríos: 5.639.500 personas en edad de trabajar, no encuentran dónde hacerlo, y la tasa de paro se ha situado en el 24,44%... Es decir, para aquellos que sea el motivo que sea no están muy duchos en números, si agrupamos a las personas de entre 16 y 67 años de cuatro en cuatro, uno de cada grupo no tiene trabajo... (Para más datos, lee este artículo publicado por Expansión)

El drama en muchos hogares está servido. Familias enteras sin posibilidades de conseguir dinero. Personas que se acercan a los médicos de cabecera para preguntarles de qué medicamento que toman habitualmente pueden prescindir por falta de recursos...

Eso sí, el gobierno lucha desaforadamente contra la economía sumergida, mientras permite que aquellos que nos han robado durante años puedan traer su dinero desde los paraísos fiscales pagando sólo un 10% (aunque dudo que lo traigan).

Sube la gasolina, suben los impuestos "indirectos", suben el IRPF, recortan en sanidad, en educación... Pero algunas alcaldesas siguen acudiendo a la peluquería con guardaespaldas y coche oficial. Y ojo, en breve nos suben dos puntos el IVA, aunque debemos estar tranquilos, "seguirá por debajo del europeo" (menos mal que los salarios están muy por encima de la media, ¿verdad?). Los Reyes Magos también existen.

Pero hoy se ha parado el mundo. Hoy la noticia ha sido una bomba en Barcelona. Hoy se nos ha quedado cara de tontos al escuchar una noticia que estaba más que cantada. Hoy unos han criticado, otros han dado las gracias... Yo, para ser sincero, por un lado pienso que sí, que es una lástima, pero por el otro pienso que no es para tanto.

Hoy, veintisiete de abril de 2012, se ha terminado un ciclo en una gran entidad. Un señor ha anunciado que dejaba su cargo. Que se "ha vaciado", que necesita volver a recargar pilas...

Bien.

Mañana todos hacemos lo mismo. Electricistas, fontaneros, jardineros, abogados, cocineros, barrenderos... Cuatro años de trabajo duro y a descansar.

Seguro que Pep está de acuerdo conmigo. Seguro que él es consciente de lo privilegiado que es por haber ganado cifras estratosféricas por entrenar a un puñado de chavales virtuosos del balón. Seguro que es consciente de que hay personas que contribuyen muchísimo más al progreso de la sociedad y a ese llamado estado del bienestar del que él puede disfrutar más que el resto de los mortales.

Este mundo esta loco. Este mundo está al revés. Mientras el drama planea sobre las familias, "lloramos" porque un simple (desde el respeto, el cariño y la admiración) entrenador de fútbol ha decidido que ya no quiere seguir entrenando al, posiblemente, mejor equipo del mundo.

He visto ya hoy anuncios de TV en los que se te dan las gracias Pep. He disfrutado viéndote jugar primero, y viendo las maravillas que has hecho con un equipo de fútbol. Soy de los que sueña con que uno de sus hijos llegue a ser una estrella del fútbol pero, no nos engañemos, no has hecho mucho más que lo que pueda hacer yo, o ese fontanero, o ese barrendero por la sociedad. Es más, sólo has hecho que engordar cuatro cuentas corrientes en un banco (que espero que sea aquí en este país) incluida la tuya.

Lo siento Pep, o cualquier otro entrenador o deportista de élite. Por muy duro que hayas trabajado para llegar a la excelencia en lo que haces, tu aportación a la sociedad, en términos de progreso, es, bajo mi más que posible erróneo punto de vista, más bajo que el de cualquier ciudadano de a a pie, por muchas fotos que te hayas hecho con niños sin hogar o personas con otra clase de problemas...

Algú ho havia de dir... (Alguien tenía que decirlo).

Buenas noches y buena suerte,

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viernes, 20 de abril de 2012

Anna ha llorado por su rodilla

Vivo en una ciudad de la que me siento orgulloso. Vivo en un lugar rodeado de parques. Vivo en un lugar en que hay integración de nacionalidades, religiones e ideas políticas. A veces ocurren sucesos que hacen que saltemos a las portadas de los periódicos que viven de las cosas feas, pero nadie puede mantenerse al margen de este tipo de "negocio".

Vivo en una ciudad que riega los jardines con agua recuperada. Vivo en una ciudad que está dotando a sus habitantes con líneas de alta velocidad mediante la fibra óptica con precios inferiores a las líneas de 6MB.

Vivo en una ciudad en la que el alcalde lo hace francamente bien. No nos importa su color político. Es vecino y padre aquí. No es perfecto, pero lo hace bien. Las calles están limpias. Tenemos buenas infraestructuras. Tengo la posibilidad de ver que, en parte, mis impuestos sirven para algo.

Pero hoy estoy enojado con mi ciudad y con mi alcalde. Hoy me da igual vivir rodeado de parques. Me da igual la integración e incluso me da igual la línea de alta velocidad que me está permitiendo escribir esto.

Un señor con estudios diseño hace unos años un complejo deportivo situado en el parque de la Torre Roja de mi ciudad. Ese señor con estudios decidió la forma del edificio principal. Decidió cómo se orientarían los campos. Decidió el tipo de vallas. Lamentablemente decidió también el tipo de suelo de la zona de público. Decidió que era bonito poner un suelo de graba mezclado con hormigón (disculpen, señores con estudios, yo, desafortunadamente no entiendo y lo mismo son otros materiales). Decidió poner un suelo en el que cualquier niño, cuando cae, se destroza las manos, las rodillas e incluso la cara.

Quizás el señor con estudios no tiene hijos. Quizás el señor con estudios es sencillamente eso, un señor con estudios.

Hoy, mi hija se ha destrozado la rodilla. Sus tejanos se han rajado como si los hubieran cortado con un cuchillo y su rodillita, la de una niña de siete años, ha quedado totalmente desfigurada. Le quedará la cicatriz de por vida. Sí, lo sé, hay cosas peores en la vida. Hoy, Anna ha llorado por su rodilla. Yo no entiendo por qué tenemos ese suelo. Yo no entiendo a ese señor con estudios. Yo no entiendo a mi alcalde.

En el Centro de Atención Primaria han curado a Anna. Le han tenido que quitar incluso trocitos del tejano que tenía enganchados a la carne.

Todos somos culpables. Todos los padres que nos quejamos cuando estamos en el campo y no hacemos nada. Por eso, desde aquí, quiero decirle a mi alcalde que se han equivocado y ya son varios los niños que lo están pagando. El problema más serio será para el que se deje la cara en ese suelo.

También quiero decir a los señores con estudios que piensen las cosas dos veces cuando se trata de lugares destinados a niños.

Y para finalizar, si alguien llega a leer esto y también tiene estudios, pero de otro tipo, que me diga si puedo pedirle daños y perjuicios a alguien por tan aberrante y desgarrador (de la carne) suelo. Al menos, para evitar que esto que a más de uno le puede parecer una soberana gilipollez, no le pase a nadie más por culpa de ese señor con estudios que está claro que se ha equivocado solemnemente.

Me gustaría decirte aquello de que te vaya bonito, pero hoy acabaré con un "Buenas noches y buena suerte", como la película...

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jueves, 5 de abril de 2012

Vacaciones, amor y dinero

Las vacaciones siempre sientan bien. Te dan la oportunidad de dedicarte a otras cosas. Las vacaciones te permiten incluso aburrirte, algo difícil en la vida que llevamos hoy en día.

Aunque el tiempo no está ayudando mucho con estas tan esperadas lluvias (aunque en mi opinión podrían haber llegado en otro momento) estoy consiguiendo "desconectarme" de los diferentes "cacharritos" que tenemos. De hecho, estoy en un lugar en el que hay muy poca cobertura. Paso las tardes sentado en una silla compartiendo una buena conversación con aún mejores amigos, mientras los niños juegan fuera... Cuando no llueve, claro.

Si esas vacaciones coinciden en un punto de inflexión de tu vida, tienen un doble valor. Ahora mismo estoy en esa página en blanco que a menudo queda entre los capítulos de un libro (tú dirás si es bueno o no, pero yo me lo estoy pasando teta).

Atrás quedan largas noches de trabajo. Atrás queda la estancia en UK. Atrás quedan tantos y tantos compañeros con los que he pasado momentos buenos y no tan buenos.

Atrás queda una historia de amor. Siempre dije que quería estar ahí hasta el final, pero el amor en esta ocasión no ha sido suficiente. Espero que me perdones. Yo te perdonaré a ti. Quizás, improbable, volvamos a estar juntos en un futuro, pero ahora creo que he encontrado algo nuevo que me atrae con mucha fuerza, algo que estoy seguro va a permitirme crecer y ser mejor... profesional.

Ahora tengo ante mí un nuevo capítulo que escribir. Muchas páginas vacías en las que poner en negro sobre blanco mis nuevas experiencias y mi evolución en esta nueva oportunidad que tanto me ilusiona y motiva. Voy a seguir escribiendo sobre amor, aunque sea de este tipo, porque en definitiva siempre giramos alrededor del amor y del dinero. Voy a seguir desgranando el por qué esta vez se me ha roto el corazón, ese corazón que alguien calificó en algún momento como un "corazón de hielo".

Sé que a vosotros, los que dejo atrás, os llevaré siempre en el corazón, pero también sé que la distancia ahora será mayor, y a veces cuesta mucho mantener una amistad en la distancia, porque no sólo depende de uno, siempre depende de dos...



Pasarlo muy bien. Disfrutad de la vida.Y nunca perdamos la sonrisa...

Yo me vuelvo a mis vacaciones. El martes será otro día.

Que vaya bonito,
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