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viernes, 17 de abril de 2009

y a la decimotercera semana resucitó

Espero que el título arroje ánimos. Si eres de los que últimamente estabas preocupado por mí, deja de estarlo. Por fin he encontrado mi anhelado equilibrio, ese que había perdido hace unas semanas.

Por cierto, al final, la semana ha sido de las que se puede denominar como grande. En algunos aspectos, todavía no he alcanzado la situación ideal, pero creo que estoy muy cerca de conseguirlo.

Empecemos.

El lunes en casita. Grande.


El martes, vuelo a UK. Me vine con los amigos de Easyjet, otra vez, aunque todo fue rodado, sin ningún problema. De nuevo volé con todo un curso de chavales que iban montando una buena fiesta en el avión. Eso, al menos, te hace que te rías un rato y te haga recordar las locuras que hacías cuando estabas en ese momento. Tenía a mi lado a dos chicas. Supongo que entre 16 y 17 años. Una le fue dando el tostón a la otra sobre algún chico que también iba en el mismo avión y que la traía loquita. Estaban planeando lo que sería la semana en Londres. Una semana de cacería. En la que la otra tenía que hacer no sé cuantas cosas para conseguir encontrar el momento idóneo. Me trajo tantos recuerdos… No es que eche de menos aquella época, todo el día con las mariposas en el estómago, pero me hizo mucha gracia.

Supongo que, si eres mujer, ya has madurado y estas cosas como que igual no te afectan, pero ya sabes lo que dicen de nosotros, que no maduramos nunca, y creo que en mi caso, y por lo que soléis decir los que andáis conmigo, quizás un poquito menos.

Por la tarde me escapé al gimnasio, correr un rato en la cinta, ducha y a cenar con los compañeros. Encontramos una zona de pubs en Crawley que creo que tenemos que empezar a explotar. Allí había mucha gente, bueno, teniendo en cuenta lo desierto que está todo siempre allí. Nos metimos a cenar en un Indio (gran novedad) y yo cené el "Chicken Tika Massala" (creo que se escribe así). Me pedí la misma cerveza que las chicas, por lo cual alguien se mofó un poquito, pero la explicación es que son más pequeñas y no les da tiempo a calentarse. Luego compartí una de machos, una cobra. Nos reímos, lo echaba en falta, estuvo muy bien. El problema es que nos fuimos en seguida al hotel, y a la cama con la cena y la cerveza en el estómago, cosa que hizo que me costara dormirme. No aprendo.

El miércoles amaneció bien. Otro ratito de cinta en el gimnasio (esta vez ya algo más fuerte) unas pesas (a ver si me pongo mazas) y me metí yo solo en el tren. No he tenido el desayuno incluido esta semana, así que desayuné en la cantina de la oficina... un poquito de fruta, que va bien.

Nos fuimos a comer a lo que allí el resto del equipo venía llamando "las viejas". No tenía muy claro el por qué, pero estaba seguro que lo iba a adivinar. Éramos 7. Llegamos al restaurante, y allí estaba el frente de juventudes en pleno. La más joven debía tener 60 años... Nos llevaron al fondo del local. Un local decorado a la antigua, con olor a naftalina (bueno, vale, mentira, pero ha sido una licencia literaria) y a rancio (esto si que es verdad). Sobre el mantel, unos salva manteles con litografías de tíos en carreta con perro incluido ahogándose en un río. Espectacular.

Para comer, un plato de pollo. Con zanahoria, col, puré de patatas, una patata asada y algo que no fui capaz de identificar, de un color amarillo, que no sabía a nada. Todo muy blandito (entiendo que por lo habitual de los comensales, para que lo puedan masticar).

No estuvo mal, comí a gusto, con nuevas risas (casi había perdido la costumbre). Al final, la anécdota. Me puse a atarme el cordón del zapato. Imagínate la posición, totalmente vulnerable en la retaguardia. Vi que alguien se acercaba, quedaba poco espacio. Dí un salto diciendo "Cuidadito". Era el camarero... Me miró con una cara, creo que no me entendió lo que dije, pero el gesto creo que lo entendió perfectamente, pero claro, ante una situación así, ¿tú que hubieras hecho? Supongo que las risas de alguien que estaba cerca mío no ayudaron demasiado al camarero.

Por la tarde tuvimos un "evento de comunicación", lo que significa que nos reunimos todos, unas charlas y, después, a un pub a tomar algo pagado por la casa. Allí reconozco, que por unas cosas y por otras me agobié un poco. Se intenta que sea un tema integrador, pero al final ves que se hacen los corrillos de siempre, por lo que decidí marcharme a la francesa. Si, lo se, no está bien hacerlo así, pero no quería empezar a dar explicaciones del por qué me piraba.

Una vez en la estación, llamada de un amiguete preguntándome que dónde paraba. Le expliqué. Quedamos que, si venían pronto, me avisarían.

Llegué al hotel después de haber perdido un tren fantasma. Digo fantasma, porque por allí no pasó el de las 20:32. Y cogí el de las 20:52. Directo de Horsham a Crawley. Una vez en el hotel, claro, me bajé al gym. Un rato de cinta y para la ducha.

Cómo después de hacer ejercicio, en mi caso al menos, sigo sudando un rato, decidí bajarme un ratito a la calle. Hacía una noche estupenda (vamos, que no hacía frío) y estuve un rato por allí, escuchando música. Me subí a la habitación media hora después.

Me puse mi pijama, cogí el portátil, y me puse a escribir un rato. No pasaron ni 10 minutos cuando volvió a sonar el teléfono. La voz del otro lado me preguntó si mi ventana daba al Hall (hay habitaciones internas, que dan al enorme hall del hotel). Al decirle que sí, me invitó a asomarme a la ventana, y allí estaban todos. Me pasó incluso a otra chica inglesa (me quedé un poco cortado, ya sabes que soy muy tímido con las mujeres). Al final, no se cómo, pero acabé abajo con una cerveza en la mano.

A partir de ahí, nos tomamos unas copas de más, y estuvimos hasta las tantas, integrados con algún inglés. Fue divertido, creo que esa noche encontré mi punto de inflexión allí. Me reí un montón, aunque nos quedamos los de siempre.

El jueves no fue del todo bien. Pero lo bueno es que volvíamos a casa. Yo, a compartir las últimas horas del cumpleaños de mi mujer (FELICIDADES!!!). Y hasta hoy, en que ha sido una mañana agotadora y, como te diría, quizás una mañana de finiquitar el último cabo suelto.

Bueno, ahora a esperar a la semana que viene. Se plantea una semana entretenida. Con partido de fútbol sala España vs. UK. A ver cómo acaba, porque como todos los españoles jueguen a fútbol como yo, nos van a dar un baño terrible. Ya te contaré.

Creo que he resucitado por fin. Creo que ya vuelvo a ser el mismo de siempre. Espero haber recuperado la confianza en mí mismo y ser capaz de coger las riendas de lo que me rodea y afecta y poder llevarlo todo de buenas maneras y que todo acabe como ha empezado esta semana: Perfecto.

Te deseo lo mejor para este fin de semana. Ahora vuelvo a estar seguro que todo tiene arreglo si queremos.

"Jamás desesperes, aún estando en las mas sombrías aflicciones, pues de las nubes negras cae agua limpia y fecundante." Miguel de Unamuno (1864-1936)

Buena suerte,

àlex

2 comentarios:

  1. Eiiii...
    que dilluns ja hi som tots!
    Bon finde!

    Jordi.

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  2. Me alegro q haya sido bien la semanita!!q no me entrere q os vuelven a invitar a cosas de tomar y no estoy yo!!Nos vemos la semana q viene!!

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