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domingo, 19 de abril de 2009

Interpretar

Para mí, interpretar es lo que me toca hacer en más ocasiones de las que me gustaría. Y no me refiero a la interpretación en plan actor o algo así. Ya te he comentado en alguna otra ocasión que sólo tengo una cara y que, por tanto, no "actúo" delante de los demás. Sí, lo se, también he dicho que todo el mundo miente, incluido yo, pero no es lo mismo... ¿verdad?

Al hablar de interpretar, me refiero a interpretación en plan de "me he encontrado un jeroglífico y necesito la piedra de rosetta".

Me explico. Supongo que a ti también te ha pasado, te pasa o te pasará. Yo llevo ya muchos años haciéndolo, pero parece que tengo cierta tendencia a rodearme de personas que me obligan a ello. ¿Será por lo de los polos opuestos? Me refiero a esas personas que no te hablan (creo que ya he comentado algo de esto también en alguna entrada anterior).

Es algo a lo que no puedo acostumbrarme. Llevo muchos años jugando a este juego, pero no hay forma. Una cosa es que me pase, digamos, cerca. Pero otra es que me pase con personas que conozco hace relativamente poco tiempo. Son esas personas que nunca sabes qué hacer con ellas. Personas que te caen bien, personas a las que aprecias y que, quizás en algún momento has pensado que incluso pueden ser amigos tuyos. Pero llega un momento en que no hablan.

A mí, si me conoces hace tiempo, sabes que me gusta hablar las cosas. Es más, no puedo dejar nunca de razonar y hablar las cosas que me preocupan. No puedo dejar temas en el tintero. Soy incapaz de irme a la cama enfadado con alguien sin antes haberlo resuelto. Porque soy de los que piensan que las cosas se arreglan hablando.

A veces las cosas ni siquiera tienen arreglo, es decir, llega un momento que se pudren y no tienes nada que hacer, pero incluso hablando, se puede llegar a algún tipo de acuerdo.

A eso me refiero con interpretar. Hay personas con las que tienes que estudiar sus actos (a eso algunos lo llaman, criticando en cierta manera, "darle vueltas a todo") para interpretar qué es lo que puede estar sucediendo. Supongo que conoces la típica conversación de estas características entre dos personas:

Qué te pasa...
Nada...
Qué te pasa...
Nada...
Seguro...
Si...
A ti te pasa algo...
Que no...
Que sí...
Que te digo que no...
Entonces por qué tienes esa cara?
Qué cara?
Esa?

[...]

Bueno, y la conversación se hace eterna. Y eso es porque interpretas.

No lo sé. A mí todo esto me supera. En algunas ocasiones, qué bueno sería que te enviaran a hacer puñetas, pero que te lo dijeran, que te llamaran pesado, idiota, lo que fuera, pero que te dijeran algo. Creo que a personas como a mí, lo peor, la forma más fácil de hacernos daño es, precisamente, no hablar con nosotros. A mí, me duele, y me duele mucho. A ver, si la persona en cuestión te importa un pimiento, pues no, pero tampoco entras en esa dinámica, pero si no es así... duele.

Imagina, estás con una persona uno, dos, varios días. Todo bien. De repente, llega un día en que ni te habla... por qué? Por qué esa mala cara? Qué he hecho? Al menos dímelo, MÁNDAME A LA MI**DA COMO FERNANDO FERNAN GÓMEZ, pero dime algo co**nes!!!! (perdón por los tacos). Pero nada, ni tan sólo eres merecedor de eso. No sabes si lo estás haciendo bien, si lo estás haciendo mal... nada... silencio al otro lado. Que difícil es. Que fácil es equivocarse con alguien así. Nunca sabes por dónde tirar. Por un momento tú te conviertes en un ser cansino. Casi te llegas a humillar para intentar, al menos, avanzar, pero al final llega un momento en que te cansas tú. En que ya no encuentras motivos para continuar. En que ya absolutamente nada tiene sentido. Estás agotado, exhausto. Te llevan de un lado para otro. Te hacen cambiar tu forma de actuar en momentos determinados. Y al final te preguntas si algo de todo eso merece la pena... y te respondes a ti mismo que no.

Entiendo que llegar a la situación que he descrito en el anterior párrafo ha de ser el límite, pero creo que, desgraciadamente, se llega en excesivas ocasiones a ella.

A todos los que habláis las cosas. A todos los que sois capaces de sentaros con el resto de la humanidad ha intentar buscar soluciones. A todos los que de una manera u otra razonáis los por qués de las cosas. Por favor, no desfallezcáis, el problema no sois vosotros, vosotros sois parte de la solución.

"Si nunca se habla de una cosa, es como si no hubiese sucedido." Oscar Wilde (1854-1900)

Suerte para esta semana,

àlex

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