Total de páginas vistas

martes, 13 de octubre de 2009

Unplugged

Este ha sido de los fines de semana para enmarcar.

Lo he llamado "Unplugged". Desenchufado para los "newbies" o "no iniciados".

Sin teléfono. Sin portátil. Sin iPod. Sin radio. Sin noticias.

Relax 100%. Montaña. Verde. Naturaleza.

He conseguido desconectar. Mi mente se ha abierto totalmente. Mi cerebro estaba totalmente contracturado. No sabía si iba o venía. No sabía exactamente hacia dónde moverme.

El jueves y el viernes de la semana pasada fueron los peores. El viernes por la mañana deambulaba por la oficina. No sabía lo que hacía.

Han sido tres días. La compañía ha sido inmejorable. Mi mujer y mis hijos... Unos amigos... Genial.

Alquilamos un par de casitas en un complejo situado en Font Rubí, a las afueras de Camprodón. Allí sólo se veían vacas, caballos, montaña y verde. Unos mosquitos tan grandes como jumbos, pero afortunadamente no picaban. El lugar es impresionante. El trato de Henry, su propietario, inmaculado. Perfecto. Si quieres información, puedes acceder a la página web. Se llama "Els ocells" y estoy seguro de que voy a repetir. Lo que ellos llaman apartamentos son unas casitas muy acojedoras, aunque he de reconocer que allí pasamos poco tiempo. La mejor zona es el jardín que tienen delante. La terracita del bar, junto con un parque infantil y una barbacoa que eliminan cualquier necesidad de salir de allí.

Llegamos allí el sábado por la mañana y, una vez allí, ya nos fuimos a comer a su restaurante. Un lugar perdido. Remoto. Pequeño. Posiblemente uno de los mejores restaurantes en los que yo he comido. Se ubica en la Roca. Si vas, sabrás por qué. El restaurante también lo regenta Henry. En el horario de comida, él está allí y su trato sigue siendo el mismo.

De primero, decidí lanzarme a una mousse de foie con jamón de pato. Continué con un rape a la plancha y acabé con unos profiteroles con chocolate caliente. Todo ello bañado con vino de la casa y acompañado de un pan tostado con aceite de romero que no se lo saltaba un galgo.

A nosotros nos salió la comida por unos 40 EUR por persona, pero se puede comer muy bien por menos dinero.

Por la tarde bajamos a los niños a montar en pony. Te puedes imaginar cómo lo pasaron.

El domingo por la mañana nos sentamos en la terraza a eso de las diez. Los niños no te dejan remolonear demasiado en la cama. Sobre las 12 nos invitaban a una botella de cava y alguna cosa para picar. A la una y media estábamos en la barbacoa preparando la comida que nos íbamos a meter entre pecho y espalda un rato después en el mismo jardín. Al solecito.

Por la tarde, sesión de buggies con los niños. Creo que tengo un Fernando Alonso en casa, aunque quizás sea pasión de padre. No había visto a un niño de cuatro años manejar así un vehículo de gasolina. Cerrando a otro niño bastante más mayor. Controlando su posición mirando hacia atrás. Levantando el pie del gas a la entrada de la curva para volver a pisar a la salida... (Aquí va un suspiro).

El lunes por la mañana, paseo por Camprodón, comer y de vuelta a casa.

Pasar estos días con los míos ha sido lo mejor que me ha pasado en los últimos meses, lo reconozco. Ahora sólo deseo repetirlo.

Del día de hoy, casi mejor te hablo mañana, aunque hay poco que contar. He tenido que "conectarme" de nuevo y tirar hacia adelante. Sigo sin ver claro mi futuro. Creo que voy a continuar todavía unas semanas en esta isla.

Que vaya bonito,

àlex

No hay comentarios:

Publicar un comentario