Total de páginas vistas

martes, 6 de octubre de 2009

No hablo de ti

En alguna ocasión creo que ya he hablado sobre el significado de este blog. Del por qué escribo.

Escribo como válvula de escape. Al principio de mi periplo por esta isla, lo hacía para ahuyentar a mis fantasmas. Necesitaba explicar qué era lo que me estaba pasando. Necesitaba sincerarme con alguien y, en aquel momento, mi blog era el único capaz de escucharme sin juzgarme. Era el único al que le podía contar todo aquello que me pasaba por la mente sin tener que esperar a que me diera una opinión sobre mi estado de ánimo.

En otros momentos, sencillamente, hago mis propias reflexiones sobre aquellas circunstancias que afloran ahora o en un pasado a mi alrededor. He usado la metáfora y la ironía. Me he referido a personas en algunas ocasiones, las menos, y en otras, tan solo escribía.

No quiero que te sientas aludido o aludida por aquello que pongo aquí. Si te apetece leerlo, porque te gusta, o porque te interesa aquello que pienso, me siento muy halagado, pero por favor, no pienses a la primera de cambio que me estoy refiriendo a ti en particular. Creo que cuando escribo, suelo generalizar, no intento decir que tú u otro amigo, conocido o desconocido, haya dicho, hecho o motivado nada. Simplemente, es así. Mi mente, como seguramente la tuya, tiene su propio laberinto.

Con esto no quiero decir que en algún momento no hayas sido objeto de mis líneas. Tú sabrás. Si compartes mucho tiempo conmigo. Si hablamos durante los largos días, ya sea en Horsham o en Barcelona, quizás te sientas representado en lo que aquí expongo, pero no tiene por qué.

Sé que siempre le buscas un sentido a lo que aquí escribo. Es fácil que pienses que, posiblemente, esté escribiendo algo sobre lo que nos ha pasado, pero tampoco le des excesiva importancia.

Mi blog es, básicamente, para mí. Lo he dicho. Es mi psicólogo. Pero no te preocupes ni le des vueltas a la cabeza, para eso, ya estoy yo. Disfruta, cuando así sea, de lo que comparto contigo, pero ya está. No le busques los tres pies al gato.

La vida es como es. Y yo la vivo tal cual. A mi manera. A la manera de un tío de treinta y tantos, con una vida más o menos complicada. No la compliquemos más. No nos disgustemos por algo que aquí haya puesto. Si eres mi amigo, seguro que lo vas a entender y aceptar en la medida en que debe ser.

Quizás formes parte de mis circunstancias. Esas sobre las que me gusta reflexionar. Quizás formes parte de mis momentos divertidos, o de los no tan divertidos, pero en el fondo, siempre estoy hablando de mi. Ya lo sabes. Soy egocentrista. Muy egocentrista. Y si no hablo yo... me aburro.

Que vaya bonito,

àlex

No hay comentarios:

Publicar un comentario