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viernes, 20 de noviembre de 2009

Regreso a UK, regreso al hotel

Hoy, un amigo, me ha llamado la atención por no haber escrito casi en toda la semana. Mi última entrada fue la del lunes. Me ha dicho que se aburría, que no tenía nada para leer. De alguna forma, me lo he tomado como un cumplido. Me gusta pensar que igual hay alguien que se entretiene leyendo mis paranoias varias.

Esta ha sido para mí otra de esas semanas raras. Otra de esas semanas para enmarcar. No he escrito por la sencilla razón de que salía más o menos tarde de trabajar y... Bueno, ya sabes que estoy de nuevo en Horsham, ¿verdad? Me he vuelto a quedar en el Hotel de Crawley, el Arora. Allí no hay conexión, aunque me han explicado un truco para poder tenerla. De cualquier forma, reconozco que me ha dado bastante palo (pereza) el llevarme la mochila todas las noches que cogía el tren o el taxi para volver a mi solitaria habitación.

Ha sido un reencuentro amargo. Me refiero al del hotel. Reconozco que me ha caído un poco mal. Además, en ese hotel, pasé algunas de mis peores noches durante los meses de marzo y abril. Casi en solitario. Se me sigue cayendo el alma a los pies cuando entro por la noche en la habitación. Siempre espero poder tener una última conversación con alguien, aunque nunca la tengo. La televisión no ayuda mucho. Me siento tan solo cuando se cierra la puerta tras de mí...

Además, las personas con las que en un momento dado he contado más durante estos diez meses de desplazamiento, tampoco lo han tenido fácil para que pudiéramos compartir una buena conversación alrededor de una cena o unas cervezas. O bien porque no están allí, o bien porque trabajan demasiado...

De cualquier forma, uno de los días, si que pude tener un rato de paz y tranquilidad. Fuimos al supermercado de Crawley, le ASDA, que no cierra nunca. Allí, compramos unos sandwitches y nos los llevamos al hall del hotel. Dónde estuvimos charlando de cosas banales hasta bien pasada la media noche. Son esos momentos en que te puedes olvidar del trabajo, de tus penas... con buenos amigos.

Lo bueno del hotel es el gimnasio. Poder ir por la mañana siempre te permite empezar el día con mejor pie. A mí, al menos, me va muy bien. Duermo mejor por las noches. Seguramente porque estoy cansado.

Por lo demás, soy feliz. Quizás hoy más, ya que estoy en casa con los míos. Y eso es lo mejor del mundo. Poder estar aquí con mi mujer y mis hijos... No le puedo pedir nada más a la vida. Bueno, sí, seguir teniendo amigos estupendos. Pocos. Pero estupendos.

Ahora estaré unos días en casa. Seguramente, me tocará trabajar alguno de ellos. Bueno, no nos engañemos, ya sé que me toca trabajar, pero estaré aquí.

Ah, se me olvidaba. He visto, por el facebook y por algún correo (no sé porque nadie pone los comentarios aquí en el blog en vez de hacer eso) que la entrada del lunes pasado os ha gustado. La escribí de corazón, lo prometo.

Creo que acabo de perpetrar una de mis peores entradas...

Una frase, que hace tiempo que no pongo ninguna. Una frase, además, al pelo de lo que viene siendo mi vida en los últimos diez meses, un pequeño infierno que lucho por convertir en el mejor de los paraísos, y creo que lo estoy consiguiendo...

"Somos lo que hacemos, pero somos, principalmente, lo que hacemos para cambiar lo que somos" (Eduardo Galeano)

Buenas noches y buena suerte,

àlex

PS: X. et trobem a faltar!!! (possiblement, jo el que més) [X. te echamos de menos (posiblemente, yo el que más)]

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