Total de páginas vistas

lunes, 23 de noviembre de 2009

You are not alone

Hace mucho, mucho tiempo (así empiezan muchos cuentos) escuché una canción. Aún hoy, se me sigue poniendo la piel de gallina. Noto como la electricidad sube por mi columna hasta llegar a mi cabeza... Pasando por mi corazón... Depende del momento, una lágrima puede llegar a asomar en mis ojos.

Yo me he sentido muchas veces solo. En los últimos diez meses, ha sido una horrible sensación que se ha repetido con demasiada frecuencia. Sobre todo, cuando la puerta de la habitación del hotel se cerraba detrás de mí, y me quedaba dentro. Viendo un lugar frío... una cama solitaria... no quería estar ahí...

Hay momentos en los que parece que todo va mal. La vida se ríe de ti. Todo se vuelve en contra. No encuentras esa luz que te guíe. Te quieres perder, no quieres que nadie te vea así, piensas que todo se acaba... Por suerte, lo único que te ha pasado es que te has caído. Alguien te ha abandonado o bien te ha traicionado, quien sabe, pero tú te sientes fatal. Mires dónde mires le ves. Nada puede calmar tu angustia.

Pero de repente, una luz... tenue. Hay alguien ahí. Un amigo. Alguien que está ahí para escucharte, para hablar contigo, para volver a enseñarte el camino. Alguien que te ayuda a superar ese momento tan amargo. Un amigo. Un buen amigo...

Eso es una suerte. Quizás no todo el mundo puede decirlo, aunque yo me niegue a creerlo, porque quiero pensar que todos tenemos un buen amigo a quien acudir cuando las cosas van mal. Una persona a la que no le importa vernos en nuestro peor momento. Una persona que no se enfada porque en un momento dado tengamos una mala palabra, un mal gesto... una mirada...

De ahí que puedas pensar que no estás solo, que hay alguien más... Porque, al final, eso es así, por muy lejos que estemos de casa, tenemos a alguien que nos va a apoyar incluso en las causas perdidas, alguien que no va a juzgarnos por nuestros actos, alguien que, sencillamente, va a comprender y entender aquello que nos pasa, y que nos va a abrazar como un hermano... para hacernos sentir bien, aunque sea por un momento.

Las heridas cicatrizan... afortunadamente, y la vida es maravillosa. Podemos levantarnos otra vez. Luchar. Pelear por aquello que realmente vale la pena, y seguir nuestro camino hacia delante, sabedores de que, más tarde o más temprano, todo volverá a ser alegría, y encontraremos nuestro equilibrio, nuestra paz...

Que así sea. "You are not alone".



Quizás pueda cantártela bajo un árbol un día oscuro y frío... quien sabe... algún día...

Espero que no llores demasiado cuando escuches esta canción... Espero, eso sí, que te puedas emocionar, eso significa que todavía queda mucho camino por delante...

"La distancia no es razón para llorar, sino para tener algo por qué vivir." (Anónimo)

Que vaya bonito,

àlex

No hay comentarios:

Publicar un comentario