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lunes, 15 de junio de 2009

Viva la vida

Mi cabeza viene siendo más productiva mientras vuelo. Quizás es el aburrimiento. Estos dos van, uno jugando a la Nintendo, como siempre, y el otro peleándose con unas cuantas líneas de código. Lo de la Nintendo es un vicio como otro cualquiera, no nos engañemos, a mí me da por ponerme mi música y escribir. Varias de las entradas que ya he compartido contigo han salido de estos momentos.

Cómo te decía, para no cambiar de tema y que X. me llame la atención, soy más productivo en el avión. Yo creo que es más una motivación. Cuando vuelo a UK tengo una motivación más triste. Esta mañana, sin ir más lejos, se me ha hecho más cuesta arriba la despedida. Una de las niñas, justo en el momento en que abría la puerta, se me ha cogido a la pierna y a apoyado la cabeza firmemente contra ella, para posteriormente mirarme. Esa mirada inocente y triste desde abajo. Me ha vuelto a romper el corazón. En ese momento tienes que luchar para que las lágrimas no hagan acto de aparición en tus ojos.

El día de vuelta la motivación es diferente. Es una motivación que viene desde la alegría. La alegría del que se sabe volviendo a casa. Sabes que en pocas horas estarás con los tuyos. Con los que hacen que tu vida tenga un sentido y por lo que merece la pena luchar.

La lucha es lo que nos hace conseguir superar cualquier escollo que nos aparece en la vida. Ahora estoy escuchando “Viva la vida” de Coldplay. Recientemente esta canción ha tenido un poco más de renombre por el triplete del Barça. Al parecer esta canción ha acompañado a Guardiola y a los suyos durante toda la temporada. Entiendo que ellos, a partir de ahora, van a asociar esta canción al éxito.

Esta canción también ha sido parte importante de mi banda sonora en UK. Todavía recuerdo con algo de amargura los malos momentos que pasé en Londres y, al principio, en el hotel de Crawley. Recuerdo esas noches en las que me iba a la cama y no podía dormir. Me ponía los auriculares y escuchaba música. Recuerdo una selección de música en la cual esta canción hacía acto de presencia. A mí también es una canción que me hace despertar. Me hace levantarme si me he caído, para continuar caminando.

Afortunadamente ahora la escucho con una sonrisa en la cara. He borrado muchas de las canciones que escuchaba por entonces. Reconozco que ahora me parecen un auténtico “pastel”, pero una de las cosas que más nos gusta es revolcarnos en nuestra propia desesperación. A mí, personalmente, me gusta disfrutar tanto de los malos momentos, como de los buenos.

Recuerdo que en aquella época, al cerrar los ojos, veía muchos fantasmas. Fantasmas de personas. De personas que ya no estaban. De personas que sí que estaban. Incluso de personas que habían entrado en mi vida hacía poco tiempo, o no lo habían hecho, sencillamente habían pasado por delante de mí.

Ahora cierro los ojos y la veo a ella. La veo con la sonrisa que me enamoró. La veo dándome paz y tranquilidad. Me relaja. Y también los veo a ellos. Ya no hay fantasmas.

¿Tú que ves cuando apagas la luz y cierras los ojos? ¿También ves a tus fantasmas?

àlex

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