Estoy aquí. Sentado en este maravilloso sofá de cuero negro. Tomándome una pomada.
Te preguntarás qué es una pomada. Nos la ha preparado J. Está de miedo. Limonada con ginebra autóctona de Menorca, Gin Xoriguer. Hay que probarlo. A mí, personalmente, me gusta más con limonada sin gas. De hecho, una en particular, Minute Maid "Limon y nada". Hoy la hemos tomado con fanta de limón, y no es lo mismo, demasiado dulce... pero es lo que hay.
Sigo algo fastidiado de salud. Con un resfriado interesante. No estoy llevando bien los cambios de tiempo entre Barcelona y Horsham. Aunque hay que reconocer que esta semana hace aquí un calor que no tiene nada que envidiarle al de allí. Me duele bastante la cabeza. Aunque San Ibuprofeno me ha echado una manita hoy y me ha ayudado a pasar la tarde.
A eso de las 6 de la tarde me he tenido que venir al apartamento. Ya no aguantaba más allí. Me he tumbado un rato y me ha sentado bastante bien.
Hoy, para comer, hemos preparado unos tagliatelle al pesto. Estos lo han flipado. Sobre todo por lo fácil que es hacer la salsa. Unos frutos secos (lo suyo son piñones, pero no había), albahaca fresca, tenemos nuestra macetita, aceite de oliva virgen y sal. Lo machacas todo bien, aunque sea con la batidora, y luego lo mezclas con la pasta. Impresionante.
Para cenar, chuletas de cerdo con patatas. Fritas con aceite de girasol. Aquí el de oliva es prohibitivo. Han salido horribles. Entre lo malas que son (me ha dado que estaban dulces) y a que no se doran como con el de oliva... fatal. Por cierto, otra impresión, la sal de aquí no es igual que la que consumimos en España. Muy fina y hay que echar un montón.
Otro tema, la cerveza. Nadie me cree. Un quinto sabe mejor que una mediana (un tercio). Helada. Del congelador. Brutal.
Ahora estamos pasando calor. Quien me lo iba a decir. Tenemos el ventilador del techo a toda leche. Pero nada.
Esto de estar en el piso es infinitamente mejor que el hotel. Ahora, eso sí, estamos más bien solos. No compartimos mucho tiempo con el resto, pero no se puede tener todo. Además, cada vez vamos viendo cosas más raras. Personas que al principio te habían parecido una cosa, vas viendo, por experiencias ajenas, que no tienen nada que ver con lo que tú pensabas. Y sí, he dicho por experiencias ajenas. Experiencias que parecen calcadas a las tuyas. Hay personas que no aprenden.
Bueno, no hay mucho más. A parte de que ahora estamos escuchando RAC1, el "Tu diràs". Florentino departiendo sobre Kaká. Parecía que estuviera presentando a Jesucristo. A ver que tal les va esta próxima temporada.
Ahora voy a ver un rato la TV. En inglés. A ver si aprendo algo. Mañana veremos cómo va el día. Si hay suerte y sigue el buen tiempo (parece que el jueves se tuerce) iremos a hacer unos tiritos a la pista de básquet. Te cuento.
"A quien te engañó una vez, jamás le has de creer." Anónimo
Buenas noches, y buena suerte,
àlex
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Te preguntarás qué es una pomada. Nos la ha preparado J. Está de miedo. Limonada con ginebra autóctona de Menorca, Gin Xoriguer. Hay que probarlo. A mí, personalmente, me gusta más con limonada sin gas. De hecho, una en particular, Minute Maid "Limon y nada". Hoy la hemos tomado con fanta de limón, y no es lo mismo, demasiado dulce... pero es lo que hay.Sigo algo fastidiado de salud. Con un resfriado interesante. No estoy llevando bien los cambios de tiempo entre Barcelona y Horsham. Aunque hay que reconocer que esta semana hace aquí un calor que no tiene nada que envidiarle al de allí. Me duele bastante la cabeza. Aunque San Ibuprofeno me ha echado una manita hoy y me ha ayudado a pasar la tarde.
A eso de las 6 de la tarde me he tenido que venir al apartamento. Ya no aguantaba más allí. Me he tumbado un rato y me ha sentado bastante bien.
Hoy, para comer, hemos preparado unos tagliatelle al pesto. Estos lo han flipado. Sobre todo por lo fácil que es hacer la salsa. Unos frutos secos (lo suyo son piñones, pero no había), albahaca fresca, tenemos nuestra macetita, aceite de oliva virgen y sal. Lo machacas todo bien, aunque sea con la batidora, y luego lo mezclas con la pasta. Impresionante.Para cenar, chuletas de cerdo con patatas. Fritas con aceite de girasol. Aquí el de oliva es prohibitivo. Han salido horribles. Entre lo malas que son (me ha dado que estaban dulces) y a que no se doran como con el de oliva... fatal. Por cierto, otra impresión, la sal de aquí no es igual que la que consumimos en España. Muy fina y hay que echar un montón.
Otro tema, la cerveza. Nadie me cree. Un quinto sabe mejor que una mediana (un tercio). Helada. Del congelador. Brutal.
Ahora estamos pasando calor. Quien me lo iba a decir. Tenemos el ventilador del techo a toda leche. Pero nada.
Esto de estar en el piso es infinitamente mejor que el hotel. Ahora, eso sí, estamos más bien solos. No compartimos mucho tiempo con el resto, pero no se puede tener todo. Además, cada vez vamos viendo cosas más raras. Personas que al principio te habían parecido una cosa, vas viendo, por experiencias ajenas, que no tienen nada que ver con lo que tú pensabas. Y sí, he dicho por experiencias ajenas. Experiencias que parecen calcadas a las tuyas. Hay personas que no aprenden.
Bueno, no hay mucho más. A parte de que ahora estamos escuchando RAC1, el "Tu diràs". Florentino departiendo sobre Kaká. Parecía que estuviera presentando a Jesucristo. A ver que tal les va esta próxima temporada.
Ahora voy a ver un rato la TV. En inglés. A ver si aprendo algo. Mañana veremos cómo va el día. Si hay suerte y sigue el buen tiempo (parece que el jueves se tuerce) iremos a hacer unos tiritos a la pista de básquet. Te cuento.
"A quien te engañó una vez, jamás le has de creer." Anónimo
Buenas noches, y buena suerte,
àlex
Allí, la empresa reserva una planta superior que tiene este pub. Es para nosotros. Y nos sirven bebida y comida a cuenta de la empresa. Allí aprovechamos para tomarnos unas cervezas y charlar un rato. Allí nos mezclamos. No estamos los españoles por un lado, los indios por otro, los ingleses... Allí solemos mezclarnos.
Volviendo a la película. No recordaba tampoco el final. Es una historia de amor. Una historia entre un tío insoportable y una mujer a la que no le cae nada bien. Pero al final él se da cuenta de que no puede ir así por la vida. Ells se da cuenta de que él es una persona genial.  A veces la vida nos da estas lecciones. A veces tenemos segundas oportunidades en ella. Algunos las aprovechan, y otros no lo hacen. Yo creo que todavía estoy en mi primera oportunidad, aunque puedo estar equivocado. También he de reconocer que no soy persona de segundas oportunidades, es decir, no suelo pensar en ellas.
Se nos acercó y soltó algo muy rápido. Tan rápido que ninguno de los dos fuimos capaces de entender. Siguió hablando y en un segundo entendimos las palabras que nos decía. Quiero hacer hincapié en las palabras, porque no entendíamos exactamente lo que nos estaba diciendo, o sencillamente, no queríamos hacerlo. Nos estaba diciendo que una persona del cliente, sí, una, le había dicho que no quería escuchar español dentro de la sala. En un principio nos lo tomamos a broma. Le dijimos que no se preocupara, que nosotros hablábamos en catalán. Ahí nos dijo que lo que no quería era escuchar ningún idioma que no fuera inglés. Ahí empezamos a darnos cuenta de lo que nos estaba diciendo.
Por supuesto, quiero dejar claro que esto nos ha pasado con una persona. Una persona no hace un país. Quizás nosotros, por nuestro origen catalán, estamos un poco más susceptibles con ese tema. No estoy diciendo que todos los ingleses piensen lo mismo. De hecho, te aseguro que todos los que se han enterado de lo sucedido han puesto el grito en el cielo. Hoy, supongo que en un intento de mostrar respeto y complicidad, nos han saludado todos en español. Incluso más de uno se ha lanzado a decir algo más que un saludo, Este hecho ha sido bastante clarificador.
Esta canción también ha sido parte importante de mi banda sonora en UK. Todavía recuerdo con algo de amargura los malos momentos que pasé en Londres y, al principio, en el hotel de Crawley. Recuerdo esas noches en las que me iba a la cama y no podía dormir. Me ponía los auriculares y escuchaba música. Recuerdo una selección de música en la cual esta canción hacía acto de presencia. A mí también es una canción que me hace despertar. Me hace levantarme si me he caído, para continuar caminando.


Nosotros, por un motivo o por otro, miramos de correr a un ritmo al que conocemos como “el trote cochinero”. No vas dando zancadas muy largas, tampoco vas caminando. No sé. Fíjate algún día en cómo van las piaras de cochinos. Igual te haces una idea.
Cola en la entrada. Dos gorilas en la puerta. Tú sí. Tú no. Tú llevas bambas (playeras, deportivas, Tenis), no entras. A J. le iluminaron con una linterna el calzado. Se miraron. Uno le preguntó al otro qué pensaba. Le hicieron levantarse un poco la pernera del pantalón mientras seguían iluminándolo con la linterna. Mientras, fuera, dos chicas. Una rubia y una morena. Bastante “agraciadas”. Con un pantalón brillante. Ajustadísimo al cuerpo. De aquellos que te preguntas “cómo se ha metido ahí dentro”. La parte superior, un biquini fosforito. Llamaban la atención de todos los tíos. Aquello prometía.
Esta mañana escuchaba las noticias. Los porcentajes de voto han sido espantosos. Creo que en el global de Europa, no se ha llegado al 50% de personas que han acudido a las urnas. En España creo que ha sido más o menos igual. En mi propia comunidad, en Catalunya, sólo han acudido a las urnas un 39% de la población. Correcto, he usado la palabra “han”.
Aquí empiezo a sentirme totalmente fuera de lugar. No sé si es porque le llevo casi diez años a la mayoría de la gente o por mi forma de ser. No es ningún secreto que soy muy selectivo con la gente. Me canso enseguida de todo el mundo (o todo el mundo se cansa de mí). No puedo remediarlo. Me mata la rutina. Me mata sentirme como Bill Murray en 
A nuestro lado tres muchachotes. Las hormonas a tope. Poniendo a prueba al personal de cabina. Sacando el chaleco. Bajando la bandeja. Creo que X. en algún momento ha estado a un tris de perder los nervios, aunque finalmente ha conseguido aplacar su ira. Una de las niñas que iban sentadas delante de nosotros decidió sentarse sobre las piernas de otro. El tío no sabía dónde meterse. Tieso como un palo en el asiento. No sabía dónde poner las manos. Qué recuerdos. Qué nervios. ¿Tú te acuerdas? ¡¡¡Esos viajes son la pera!!!!
A veces también me pregunto por qué se ha terminado alguna relación. Está claro que muchas han sido por movimientos geográficos. Otros por cambios en nuestras mismas vidas. Por ponerte un ejemplo, lo sabes, seguramente nos estamos viendo muy poco últimamente debido a mi ir y venir.

    