Total de páginas vistas

martes, 17 de marzo de 2009

Último lunes en la city

Esta primera parte de la entrada de hoy, la he escrito esta mañana en el avión:

Después de varios días sin escribir, esta mañana lo estoy haciendo desde el avión.

La semana pasada no estuvo mal, algo ya te conté en el transcurso de la misma. Excepto la noche del lunes, en la que cenamos fatal y volvimos al ataque con el tema de “los catalanes”, del resto no hay queja, todo lo contrario.

La noche del martes nos preparamos una cena en el piso. Nos juntamos casi todos. Nos trajimos un par de botellas de vino de España para acompañar un entrecote comprado en Londres. Aquí pasó lo típico. Inicialmente salimos 4 de la oficina para realizar las compras y empezar a preparar la cena. Fuimos al TESCO. Allí compramos la carne, algo de aperitivo (patatas y pistachos), cervezas (imprescindibles), pan, patatas, pimientos…

Una vez en el piso, no pudimos evitar la tentación de abrir la primera botella de vino, la mejor, y así mientras íbamos preparando las viandas, nos íbamos entonando. Por cierto, justo en aquel momento empezaba el chorreo del R. Madrid al Liverpool en Anfield (perdón, no he podido evitarlo).

Preparamos algo de pan con tomate (dónde hay catalán, hay pan con tomate), unas patatas con pimiento (después bautizadas como patatas a lo yonki) fritas en aceite de girasol (las patatas acabaron deshechas y sin dorar) porque en los supermercados no es habitual encontrar aceite de oliva como en cualquier tiendecita de España, y la carne.

No estuvo nada mal, nos reímos muchísimo de principio a fin, el problema, o no, es que la segunda botella de vino y las cervezas acabaron por hacer mella en nosotros, dándonos esa chispa justa y necesaria para que la fiesta sea todavía más divertida.
Por supuesto, la noche fue perfecta (y no lo digo por lo del R. Madrid) teniendo en cuenta lo lejos que estamos de casa.

Claro, el miércoles fue… miércoles de resaca. Creo que la falta de costumbre nos lanzó a ese pequeño infierno del dolor de cabeza y estómago un tanto afectado. El primero, se pudo solucionar de forma inmediata gracias a la magia del Ibuprofeno. El segundo, bueno, lo solucionamos por la tarde con un consejo vasco (no sé si de Txumari) que fue mano de santo y que, si me lo permites, casi mejor no explicar aquí.

Por la noche, cada uno por su lado. Alguno volvió a casa un día antes, otros se fueron a cenar a un hindú, otros quedaron con sus amigas (si, si, amigas) y un par de nosotros nos quedamos viendo el partido del Barça en el piso y cenando “a la española” otra vez, en compañía de un par de cervezas. En el partido, a diferencia del anterior del R. Madrid, el equipo español hizo un partidazo para enmarcar. La lástima es que no jugaba contra un equipo inglés y no lo dieron por la TV, por lo que tuvimos que verlo en la pequeña pantalla del portátil usando uno de esos links que te permiten ver los deportes por La Red.

No hay mucho más que contar de la semana, ya sabes que últimamente prefiero no escribir demasiado de mi vida personal, y que nunca lo hago sobre mi experiencia profesional.

Esta semana se presenta durilla y, por cierto, es la última en la city. A partir del próximo día 23 nos vamos a Horsham. Allí trabajaremos. En cuanto al hotel, pues estaremos en un pueblo cercano del que ahora mismo no recuerdo el nombre. Creo que irnos allí, tras nueve semanas de estancia en la capital, no me va a ir mal del todo. De momentos nos vamos a ir tres de nosotros en vanguardia, supongo que luego irán viniendo el resto de los compañeros en un periodo corto de tiempo. De cualquier modo, os iré contando.

Nada más, ahora creo que va a ir tocando cerrar el portátil, ya que en breve vamos a aterrizar y nos van a pedir que apaguemos los dispositivos electrónicos.

Ahora, a eso de la media noche, puedo contaros que hemos vuelto a ir al restaurante hindú que hay cerca del hotel en el que nos hemos estado quedando un tiempo, no sin antes pasar a tomar unas cervezas por el bar que hay justo al lado y en el que hemos compartido un rato con un pequeño roedor que campaba a sus anchas por el local (punto anecdótico, hoy, ni las mujeres se asustan cuando ven a un ratón).

Lo que ha sucedido en el restaurante hindú no puedo contarlo ya que casi no puedo recordar nada, lo que si es cierto, es que nos hemos reído... y mucho. Ah! eso sí, hemos podido comprobar que aquí celebran los cumpleaños a lo grande (esto ha sido un sarcasmo). Había una niñita (vestida con el típico traje hindú, creo) que celebraba su 1er cumpleaños... cuando nos íbamos del local a eso de las 23h, aún seguían todos allí, y entendemos que mañana tienen también que ir a trabajar. Eso lo hacemos en España y seguro que nos quitan hasta la patria potestad sobre la niña y Tele 5 y Antena 3 (junto con Intereconomía) dan las noticias del día siguiente desde el mismo local.

Mañana es San Patricio, por lo que me han contado, una gran fiesta aquí en estas tierras (aunque me sonaba a irlandés por las películas americanas). Supongo que saldremos por el centro, ya contaré que tal).

Ahora, y teniendo en cuenta que llevo levantado desde las 5:40 hora española (una hora menos en Canarias y aquí) me voy a dormir, que ya toca.

Buenas noche y buena suerte...

àlex

No hay comentarios:

Publicar un comentario