Total de páginas vistas

lunes, 20 de julio de 2009

Fin de semana juntos

Hacía mucho, pero mucho tiempo, que no tenía un fin de semana tan bueno como éste.

Este fin de semana lo hemos pasado juntos aquí en UK.

Ella llegó el viernes por la noche. Con retraso. EasyCrap. Siempre la misma historia. No sé cómo lo hacen. No sé si tienen algún tipo de gafe. Les cuesta muy poco llegar tarde.

En el aeropuerto, la primera sensación. Alegría. Verla salir por aquella puerta hizo que me invadiera una agradable sensación.

Nos fuimos a la estación del tren. Nos fuimos a Horsham.

Al llegar allí la llevé directamente al restaurante que a mí más me gusta de la zona. Para cenar. Tiene un encanto que lo hace, a mi entender, único. Es el "China Brasserie". Un restaurante chino pequeño. Tiene pocas mesas. Está regentado por Yee Wang. Encantador. Siempre atento. Siempre dispuesto a dedicarte una sonrisa. Compartimos los dos platos que a mí más me gusta pedir allí: Pan fried king prawns in garlick and butter (Gambas Gigantes fritas con ajo y mantequilla) y el Cryspy aromatic duck (Pato Crujiente) servido con lo que ellos llaman pancakes, que son unas tortitas muy finas dónde te haces una especie de fajita con el pato, una salsa agridulce, cebolla tierna (spring onion) y, el que quiera, algo de pepinillo.

Voy a echar mucho de menos este restaurante cuando vuelva a España. Estoy seguro de que, cuando vuelva a Londres, me escaparé algún día a darme aquí un homenaje.

A lo que vamos. La cena fue perfecta. A ella lo que más le gustó fueron las gambas. Creo que el pato no le hizo tanta gracia. Yo podría comer todos los días lo mismo.

Paseamos por el pueblo un rato. Hacía frío. No llovía. Se estaba bien. Supongo que la compañía hace que te olvides de cualquier otra cosa.

Por la mañana del sábado cogimos el tren a Londres. Bajamos en la estación de "London Victoria". De allí nos fuimos a ver Buckingham Palace. Mucho turista y algún cartel anunciando a los choricetes de turno que había policías vestidos de paisano.

Allí había uno de esos típicos guardias en la garita, moviéndose con un garbo... parecía más bien una película de risa. Tengo el vídeo. Igual lo cuelgo en youtube.

Nos trasladamos hacia Harrods. Vaya sitio. Un corte inglés, pero para ricos. La primera anécdota fue que casi no entramos. Justo ante nosotros, el guardia de seguridad de la puerta no permitía el acceso a unos chavales. Me vio dubitativo y me dijo, Ud. Sí. Increíble. Cierto.

El sitio es genial. Hay que ir a verlo. No hay que perderse ni la escalera egipcia, ni el libro de firmas bajo una placa en la que habla de recuerdo a su hijo y Diana ASESINADOS, una estatua de cera suya que es muy realista, el "Pet Kingdom" (reino de las mascotas) de la 4ª planta y toda la zona de alimentación de la planta baja. Allí precisamente compramos la comida. Unos sandwitches y, para ella, una bandeja de sushi.

Nos fuimos a Picadilly (habíamos comprado el Travel Card en Horsham, que nos permitía coger tantos trenes, metros y autobuses quisiéramos durante el día, por 18 GBP). Después de ver el luminoso, nos adentramos en Regent Street. Lleno de tiendas. Iniciamos la fase de shopping, se acabó el turismo.

Entramos en Hamleys. Que tienda. El sueño de cualquier niño. Juguetes. Demostraciones. Gente sonriente. Encantador. Ves a verlo.

De ahí a Carnaby Street. Otro lugar lleno de tiendecitas, quizás no tanto de marca, pero interesante. Mucho ambiente. En el Soho. Allí nos sentamos, dentro de una especie de patio interior entre edificios, en una terracita a tomar unos helados y descansar.

Seguimos paseando. Nos tomamos un Frapuccino de Moca (sin nata) en un Starbucks. A mí me encanta. Me lo dio a conocer C.V. hace tiempo en la city.

De ahí, quedamos con unos amigos de Barcelona que ahora viven en Londres. Nos tomamos unas cervezas y luego nos fuimos otra vez a Harrods a comprar unos chocolates de los cuales se había encaprichado ella.

No vimos el Big Ben. Otro día será. Nos volvimos a Horsham con unas cuantas bolsas llenas de cosas que habíamos comprado en Hamleys, Timberland, Clarks, National Geographic y no se cuantos sitios más.

Al día siguiente nos quedamos por Horsham. Dormimos hasta tarde. Estábamos cansados del día anterior. Seguimos comprando por aquí. Este fin de semana me he comprado 4 pares de zapatos... por poco dinero y de los caros en Barcelona. Además, descubrimos una tienda de lencería que al fondo tiene otras cosas que no son lencería. Nunca hubiera imaginado una tienda así en un lugar como éste.

Comimos en el restaurante italiano. Sí. Ese del que te he hablado en otras ocasiones. Prezzo. Comimos Pollo Carbonara. Le encantó.

Por la tarde la acompañé al aeropuerto. Allí pensé que me hundía. Después de un fin de semana como éste, tener que despedirme de ella, fue morir un poco... aunque estoy seguro de que reviviré el próximo jueves, cuando llegue de nuevo a su lado en Barcelona...

àlex

No hay comentarios:

Publicar un comentario