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jueves, 28 de mayo de 2009

The Head of God

Estamos volando de retorno a casa. Hoy no volamos los 3. X se ha tenido que quedar en Horsham. Nosotros haremos lo mismo la próxima semana.

Estoy escuchando el post partido. Sí. Ahora. Lo tengo en mi iPod. La rueda de prensa. Los comentarios del os jugadores. Lo que habían sentido. Lo que habían sentido.

Ahora, veinticuatro horas después, yo también tengo todavía mis sentimientos a flor de piel. Se me pone la “gallina de piel”, como decía Johann. Estoy sintiendo lo mismo que sentía minutos antes de que el árbitro pitara el inicio del encuentro. Las ganas y la ilusión que poníamos en nuestros cánticos, en nuestros ánimos a un equipo que no nos podía escuchar. Enviábamos nuestras mejores vibraciones. Enviábamos toda nuestra fuerza.

No quiero recordar los aspectos negativos. Quiero recordar sólo los positivos. Estoy viéndonos todavía con las camisetas del Barça. Estoy sintiéndome como si hubiésemos estado en Roma. En el Coliseo. Éramos los cristianos. Cristianos entre los leones. Los leones del Manchester.

Estoy viendo nuestras caras. La cara de los niños que llevamos dentro. Qué bárbaro. Que ilusión. Nos estoy viendo haciéndonos las fotos con los compañeros. Los del ManU, los culés.

No puedo tampoco olvidar a JJ cantando “Papadón, Papadón”. Jo, que bueno. Te preguntarás qué significa,¿ no? Te comenté lo del escocés que se unió a nosotros. Te comenté que cantaba. Que bebía. Que gritaba. Que no entendíamos casi nada de lo que decía. JJ empezó a cantar “Papadón” y el tío, ni corto ni perezoso, repetía junto con él esas palabras. Que risa. JJ se refería a la gran papada que tenía el amigo. No se le veía el cuello. Era impresionante. Pero gran tipo.

Sigo recordando. Sigo viéndonos cantando por la calle. Sigo recordando el trayecto hasta la estación del tren. No queríamos ni cenar. Llamábamos a hermanos y amigos. Cantábamos al teléfono. Nos acordábamos de todos los culés. Algunos sé que se acordaban de algún madridista. Yo no. Yo sólo me acordaba de los culés. No había nadie por la calle. Lo típico a esas horas. Comentábamos lo que había pasado. Era impresionante. Ya no teníamos voz.

En el hotel, llamamos a un amigo que estaba ya camino de Plaza España, en Barcelona. No oíamos más que ruido. Gritos. Pitos. Gente cantando. Que genial. Triplete. En las cadenas inglesas sólo hablaban de Barcelona. De los culés que habían celebrado el triunfo en La Cibeles, en Madrid. ¡¡¡Qué campeones!!!

Sigo recordando el titular del periódico. “La cabeza de Dios”.

Tengo que apagar el ordenador. Vamos a aterrizar. Y se ponen pesados con los aparatos electrónicos. Ya nos lo contarán algún día.

"Todos los entrenadores hablan sobre movimiento, sobre correr mucho. Yo digo que no es necesario correr tanto. El fútbol es un juego que se juega con el cerebro. Debes estar en el lugar adecuado, en el momento adecuado, ni demasiado pronto ni demasiado tarde" Johann Cruyff

Buenas noches y buena suerte

àlex

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