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sábado, 24 de enero de 2009

Vuelta a casa

El jueves no pude escribir, que será la tónica habitual, ya que es el día que vuelvo a Barcelona, y llego bastante tarde, con lo que no me pondré con esto.

Pocas cosas a destacar de ese día, desde bien entrada la mañana se respira ese "vuelvo a casa", y te tomas el día con una filosofía algo diferente, seguramente incluso más optimista.

A eso de las 16:30 bajé a la calle (ya casi de noche, por cierto) y cogí un Taxi. Es interesante esto de los taxis en Londres. Antes de subir, tienes que decirle dónde vas, y entonces, si te contesta de forma afirmativa, subes y te lleva. Por lo que se, siempre te contestan de forma afirmativa, pero allá dónde fueres...

Mi problema vino cuando llegamos a "Paddintong Station". El taxista, desde su posición derecha de conductor, y mediante un micrófono, me preguntó algo... y no le pillé más que "bag", y claro, le dije, "I have my bag just in front of me". Luego me decía algo de los "steps", que miré hacia los lados y entonces relacioné... Me decía que había escaleras y que si podría bajar la maleta, y le dije "yes, yes... don't worry". Entonces, el tío pegó un volantazo y para en una parada de autobus, y empieza "Hurry up!", yo allí, buscando la cartera... otra vez "Hurry up", entonces entendí que primero hay que bajarse y luego pagar. Le di la pasta, me dió el recibo... y me sisó 50 peniques, claro, que no le di propina.

El resto, os imagináis, un rato en el aeropuerto mirando tiendas (la PSP por 140 EUR), y me crucé con Pedro Mártínez de la Rosa.

Después de publicar la puerta de embarque, aquello parecía tercermundista, encima con un montón de... bueno, que me tacharán de cosas raras si sigo.

Al llegar a Barcelona con 45 minutos de retraso, ni finger ni nada, directamente al autobús.

Pero por fín, hogar dulce hogar.

Seguimos el lunes.

àlex

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