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domingo, 15 de agosto de 2010

La fiesta nacional

Vaya por delante que a mí, cualquier actividad en la que un ser vivo es maltratado, me disgusta. Con esto quiero decir, que no defiendo para nada las corridas de toros, pero me gustaría aplicar algún matiz.

Maltrato animal por parte del ser humano, se viene dando, tanto de forma directa como indirecta, desde que el mundo es mundo. Hoy día, sólo hay que conseguir entrar en una granja industrial o en algunos mataderos para darnos cuenta, y eso que esos animales mueren para que nosotros podamos alimentarnos.

A mí me jode igual, me los como, pero me jode.

Claro, si luego ya nos vamos hacia esos espectáculos en los que un animal es usado para el disfrute de un sector de la sociedad, y encima, al animal se le infligen ciertos elementos de dolor, ahí ya me llamarán demagogo.

Estoy totalmente en contra de las corridas de toros. Por mucho que se le denomine "Fiesta Nacional", yo no me identifico para nada con ese tipo de fiestas. Al animal se le pincha antes de salir, se le banderillea durante la corrida. En ocasiones, un señor subido a un caballo, le clava una lanza en el lomo, dicen los entendidos, que si no, no se podría torear, para que finalmente, si el noble animal tiene suerte, le den una estocada y muera. He dicho lo de la suerte, porque en ocasiones, el torero es un puro inútil y le tiene que dar varias estocadas.

Para mí, esa fiesta nacional, está en el mismo grupo bárbaro de los correbous, toros embolados, peleas de gallos, lanzamientos de cabras y pavos desde campanarios... Es mi opinión, claro.

A mí, personalmente, me pueden contar tantas justificaciones como se quieran, incluyendo la de que si no existieran las corridas de toros, el toro de lidia no existiría... Estoy de acuerdo, pero sigo sin estar de acuerdo con infligir dolor a un animal.

Ahora bien, por mucho que yo esté en contra, que me parezca moralmente reprobable, éticamente sorprendente y una aberración, me parece igual de mal tener que prohibirlo.

Si se han prohibido los toros en mi comunidad, creo que el gobierno debería ser coherente y eliminar de un plumazo el derecho a todas las fiestas que se desarrollan con animales. ¿No?

Por otro lado, creo que lo de los toros, por mucha fiesta que sea, sigue siendo un negocio y si en vez de prohibirlo, esperaran a que la gente dejara de ir, se acabaría el negocio.

Me guste más o me guste menos, mientras sigamos haciendo sufrir a los animales como lo hacemos para comérnoslos, no tenemos ningún tipo de argumento moral para prohibir ninguna de esas mal llamadas, en mi opinión, fiestas. Mientras veamos camiones con animales hacinados en su interior, mientras se les de la muerte de la forma que se hace (sería carísimo hacerlo de otra forma) y se les haga vivir en las condiciones en las que viven, dejaría de preocuparme por las fiestas... Y eso me jode sobremanera, no puedo ver sufrir a un ser vivo, lo siento, es superior a mis fuerzas.

No sé si a este paso me haré vegetariano, pero sí que tengo cada vez más claro que nos estamos volviendo majaras y que no tenemos los pies en el suelo. Seguimos viviendo una realidad que dista mucho de la que se vive en el mundo, olvidando a millones de seres humanos que padecen en el mundo, olvidando a los padres que no pueden dar de comer a sus hijos...

Por favor señores gobernantes (y perdonen por haberles llamado gobernantes), hagan las cosas bien de una vez, o váyanse, como decía el bigotes... Váyanse y déjennos en paz... A este paso, tendremos que ir a la calle con la pancarta aquella de los argentinos, en que pedían que nos gobernaran las prostitutas, que sus hijos no lo estaban haciendo bien...

[Suspiro] Qué a gustito me he quedado...

Que vaya bonito,

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